La Copa de África se celebrará entre el próximo 15 de junio y el 13 de julio del próximo verano en una sede todavía por determinar. Camerún iba a ser el país anfitrión pero la CAF (Confederación Africana de Fútbol) ha decidido que este país no sea el organizador debido a la escalada de violencia que ha habido durante los últimos meses por la subida del grupo fundamentalista Boko Haram y la dureza del conflicto entre las zonas anglofonas no garantizaban la seguridad durante la celebración de la cita continental por lo que la CAF tomó la drástica decisión y busca una nueva sede.

Ante esta situación, los cuatro jugadores africanos del Levante están expectantes por conocer el desenlace de este entuerto. Emmanuel Boateng con Ghana, Cheik Doukouré con Costa de Marfil y Moses Simon con Nigeria. Algo más complicado lo tiene Raphael Dwamena. El ariete ghanés se ha caído de las convocatorias de sus selección en las últimas fechas debido a lo poco que juega en el Levante. Aún así, mantiene ciertas esperanzas de aquí a verano de poder contar para el combinado nacional de cara a la Copa de África.

La Copa de África ha cambiado de sede a última hora varias veces durante los últimos tiempos por problemas de diferente índole en el país que en un principio estaba destinado a acoger el evento.

En 2013 Libia estaba asolada por un importante conflicto bélico y esto imposibilitó la organización de la Copa de África, que se trasladó definitivamente a Sudáfrica. Este mismo motivo impidió en 2017 que Libia fuese la sede de una Copa de África, la cual se celebró finalmente en Gabón. En 2015, Guinea Ecuatorial fue el país organizador del evento después de que Marruecos se negase a acoger la Copa por medio al contagio del Ébola tras el brote de esta enfermedad en África Occidental.