Un hombre cayó desde el piso nueve de un rascacielos en Jersey City, Nueva Jersey, aterrizó sobre un carro BMW y sobrevivió milagrosamente, según funcionarios y un testigo.

El hombre de 31 años se estrelló contra el techo del vehículo estacionado debajo de 26 Journal Square a las 10:20 a.m. del miércoles, luego se puso de pie con el brazo derecho colgando a su costado y preguntó: “¿Qué pasó?”

“Escuché un gran boom y no pensé que fuera una persona al principio”, relato la testigo Christina Smith de 21 años. “La ventana trasera del carro se rompió, explotó. Entonces el tipo se levantó de un salto y empezó a gritar. Su brazo estaba todo torcido”.

“Yo estaba como: ¡Dios mío!. Me sorprendió. Era como estar en una película”, dijo Smith, que trabaja en ventas y había estado paseando hasta un McDonald’s cercano.

“Él estaba preguntando ¿Qué pasó?. Y le dije: Te caíste”, recuerda Christina.

“Estaba pensando, gracias a Dios, probablemente ayudó que él tuviera una chaqueta”, y agregó que pensó que el abrigo podría haberlo protegido de heridas más profundas.

Rápidamente llamó al 911, luego tomó fotos y videos asombrosos de las secuelas, incluidas imágenes gráficas del hombre gritando de dolor con lesiones en la parte superior del cuerpo. El video también muestra una correa de mascarilla que todavía cuelga de la oreja del chico, a pesar de caer aproximadamente 30 metros.

El hombre, que saltó desde una ventana abierta en el noveno piso, fue trasladado de urgencia a un hospital en ambulancia y se encontraba en estado crítico el jueves, informó la portavoz de Jersey City, Kimberly Wallace-Scalcione.

El hombre no trabajaba dentro del edificio y no estaba claro por qué estaba allí, comentaron los trabajadores y testigos. Se negó a dar su nombre a la policía y no estaba cooperando hasta el jueves por la tarde, según una fuente familiarizada con el caso.

“Se cayó sobre el carro a través del techo corredizo, luego salió del auto y cayó al suelo. Intentaba levantarse, pero la gente intentaba que se quedara quieto: No sabes lo herido que estás”, relató Mark Bordeaux, de 50 años, que trabaja en el edificio y vio las secuelas del salto.

“Así que se quedó allí hasta que llegaron la policía y las ambulancias. Seguía diciendo: Déjame en paz, quiero morir. Vi que uno de sus brazos estaba claramente roto, pero estaba consciente, y estaba moviendose”, señaló