Jose Luis Malo de Molina

Madrid (EFECOM).- El director general del Servicio de Estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina, afirma que todos los indicadores disponibles apuntan a una contracción del PIB en el cuarto trimestre del año, en sintonía con las previsiones para el conjunto de la zona euro.

En la conferencia de clausura del VII Encuentro Bancario organizado por el IESE, celebrado ayer en Madrid sin haberse convocado a los medios, Malo de Molina recordó que el debilitamiento de la demanda exterior neta y el necesario ajuste de la demanda interna se suman a la inestabilidad de la zona euro.

En su conferencia, cuyo texto ha sido colgado en la web del Banco de España, subrayó que para solucionar esta inestabilidad el Consejo Europeo de la semana pasada dio «pasos de indudable calado» hacia la respuesta que pueda suscitar la confianza y apaciguar la «peligrosa dinámica de los mercados».

Advirtió de que la economía española tiene pendientes tareas propias pendientes para mejorar la competitividad y reducir los altos niveles de endeudamiento tanto público como, sobre todo, privado.

Estas fragilidades propias exigen proseguir una estrategia de consolidación fiscal y reformas estructurales, y mantener en Europa el «norte» al que debe apuntar la brújula de la política económica española, opinó.

No obstante, hizo hincapié en que resulta «contraproducente» plantear las reformas como una exigencia externa, ya que podría llevar a pensar que sin presión serían posibles otras salidas menos exigentes a corto plazo, y fomentar «una huida hacia delante de consecuencias perniciosas».

También consideró «erróneo» plantear los esfuerzos de austeridad y ajuste en contradicción con el impulso al crecimiento, ya que a su juicio constituyen «la semilla de una reanudación del dinamismo en consonancia con el potencial de crecimiento».

Para el director del servicio de estudios, la solución de la crisis de la deuda soberana y la superación de las incertidumbres existentes sobre el euro son los principales determinantes para culminar con éxito el saneamiento del sector bancario español, que debe entenderse, recalcó, como un «objetivo dinámico».