Des Moines, EE.UU.- Con la resaca de las fiestas de fin de año, Estados Unidos se prepara para el inicio del proceso que decidirá quién competirá con Barack Obama en las elecciones presidenciales de noviembre.
En un par de días comienza el Partido Republicano su campaña de primarias de la que saldrá el rival de Obama, quien opta a un segundo mandato y último, ya que las leyes estadounidenses no le permitirían volver a repetir.
Los demócratas no celebrarán primarias puesto que la candidatura de Obama no ha encontrado competidor, así que la primera cita de los republicanos será el martes 3 de enero en Iowa, un Estado agrícola del medio oeste donde los aspirantes buscan la primera victoria en un largo proceso que se espera reñido.
De momento, encabezan las encuestas el expresidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich, el exgobernador de Massachusetts Mitt Romney y el congresista ultraliberal Ron Paul.
El gobernador de Texas, Rick Perry, la congresista del Tea Party Michele Bachmann y el senador Rick Santorum les siguen, esperando su momento de gloria, y el exembajador en China Jon Huntsman, ante la falta de opciones en Iowa según las encuestas, ha optado por concentrar sus fuerzas en las siguientes primarias de Nuevo Hampshire.
Los «caucus», una palabra de origen indio para definir las reuniones de jefes tribales, son un complejo proceso de asambleas ciudadanas o de vecinos en las que los votantes registrados del partido se reúnen -en colegios, iglesias y hasta casas particulares- para debatir sobre los aspirantes antes de decantarse por una u otra opción.
Si bien no son definitivos, la tradición manda e históricamente marcan el tono de los aspirantes y la viabilidad de su candidatura.
Además, añaden color a una larga contienda que concluirá el 30 de agosto con la nominación oficial, durante la Convención Nacional que se celebrará en Tampa (Florida), del que será el rival de Obama en los comicios del 6 de noviembre.
Los aspirantes saben de la importancia de quedar bien en esta primera prueba y según datos recopilados por The Washington Post, desde el pasado junio han hecho un total de 733 visitas a Iowa, para ganarse la simpatía de los votantes que participarán en cerca de 1.800 «caucus» o asambleas ciudadanas.
El mayor esfuerzo lo ha hecho el exsenador de Pensilvania Santorum, un católico rotundamente opuesto al aborto y al matrimonio homosexual, y las 256 visitas que ha hecho a este Estado le valieron la semana pasada un tercer puesto en una encuesta publicada por CNN y Time, pero la media de encuestas que realiza la web RealClearPolitics, mantiene invariable su terna.
Romney, que ya compitió en las primarias de 2008, ha encabezado los sondeos apoyado en su programa económico y en su larga experiencia como empresario y político, pero que no logra convencer a los más conservadores que desconfían de su fe mormona y de la reforma sanitaria -muy parecida a la posterior de Obama- que llevó a cabo en Massachusetts.
Gingrich, expresidente de la Cámara de Representantes, icono conservador que marcó el ideario del partido en los años 90 con su «Contrato con América», le ha disputado ese primer puesto en las últimas semanas y no está dispuesto a claudicar.
Las lágrimas que el político de 68 años derramó en una entrevista al recordar a su madre han ayudado a suavizar su imagen de impasibilidad. La contienda sigue en pie.
Uno de los que más puede ganar en Iowa es Paul. El legislador de 76 años de ideas radicales se ha mantenido en buena posición y según indicó el profesor de Historia de la American University Allan Lichtman en un reciente encuentro con periodistas extranjeros, «podría dar una sorpresa», aunque no le auguró mucho más futuro.
Bachmann tuvo su momento de gloria en agosto cuando ganó la encuesta informal que realizan los votantes en Iowa Estado al que ha realizado 200 viajes. Sin embargo, la congresista por Minesota que entró con fuerza en la carrera en mayo con sus ideas conservadoras y abanderando el estandarte del Tea Party ha perdido fuelle.
La popularidad de Perry en Texas no le ha acompañado en una campaña en la que irrumpió con éxito con consignas conservadoras y contra la reforma sanitaria de Obama, pero sus traspiés verbales, como el momento en que se quedó en blanco al nombrar una agencia del Gobierno que eliminaría, le han pasado factura.
La leyenda dice que la pauta que marca Iowa puede abrir el camino a la Casa Blanca, pero en 2008 los votantes republicanos de este Estado se decantaron por el exgobernador de Arkansas Mike Huckabee aunque fue el senador John McCain, quien obtendría al final la nominación.
Habrá que esperar hasta las primarias de Nuevo Hampshire, una semana después, las de Carolina del Sur, el 21 de enero, y las de Florida, el 31, para conocer a los verdaderos finalistas.
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