Ginebra.- Naciones Unidas cifró este lunes que unas 60,000 personas los afectados por la violencia interétnica en la región de Jonglei, en Sudán del Sur, aunque todavía prevalecen las dudas sobre el alcance del conflicto.

Según informó en una rueda de prensa la portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Elisabeth Brys, hasta el momento se han contabilizado un total de 140 heridos evacuados, pero el número de fallecidos «es muy difícil de evaluar».

La pasada semana, Naciones Unidas puso en marcha una operación humanitaria de emergencia para ayudar a las víctimas de los enfrentamientos tribales ocurridos en la región de Jonglei, uno de los diez estados que integran el país africano.

Por su parte, la portavoz de la sede europea de la ONU (UNOC), Corinne Momal-Vanian, agregó que el principal problema es llegar a las víctimas, ya que en su mayoría, huyendo de la violencia, se refugiaron en una zona boscosa de muy difícil acceso.

De hecho, sólo se puede alcanzar la zona por vía aérea, pero la ONU no cuenta con suficientes aviones.

La ONU colabora con el Gobierno de Sudán del Sur para desplazar tropas al área en la que hay conflictos y envió grupos adicionales de cascos azules.

La OCHA advirtió de que «esta operación humanitaria va a ser la más compleja y cara en Sudán del Sur desde el acuerdo de paz firmado en 2005», por lo que pidió financiación a la comunidad internacional.

Hasta la fecha se han recaudado 59 millones de dólares, lo que supone el 8 % del llamamiento humanitario de la ONU para Sudán del Sur en 2012, que asciende a 763 millones de dólares.

ABC.es