José Manuel García-Margallo

Madrid.- El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, transmitió hoy formalmente al Reino Unido su deseo de reanudar la negociación sobre la soberanía de Gibraltar, a pesar de la negativa de Londres a hacerlo sin el consentimiento de los habitantes de la colonia.

García-Margallo realizó dicha solicitud al secretario de Estado británico para Europa, David Lidington, en la reunión que mantuvieron hoy en Madrid, informa la Oficina de Información Diplomática (OID) en un comunicado.

El ministro español le comunicó «el deseo de progresar en todo lo relacionado con Gibraltar, lo que debe incluir un diálogo con el Reino Unido en cuestiones de soberanía», señala la nota.

García-Margallo manifestó su voluntad de mantener con Londres «las mejores relaciones» respecto al contencioso de Gibraltar, por lo que considera que «la agenda no debe tener ninguna limitación de contenidos».

También le dejó clara la postura de España a favor de que el formato del Foro de Diálogo, creado por el anterior Ejecutivo socialista en 2004 para fomentar la cooperación, sea «ampliado» para que estén representados el Campo de Gibraltar y la Junta de Andalucía, de modo que haya «simetría».

El ministro español abogó además por la mejora de las condiciones laborales de los trabajadores españoles en Gibraltar, que rondan los 4.000, añade el comunicado de la OID.

García-Margallo transmitió este mensaje horas después de que Lidington reafirmara el rechazo a volver a dialogar sobre la soberanía de la colonia o el cambio de su estatus sin contar con los gibraltareños.

«No vamos a participar en ningún proceso de negociación a menos que se haga con el beneplácito del Gobierno gibraltareño», zanjó el secretario de Estado británico en un coloquio celebrado en un hotel madrileño.

Como ya hiciera el primer ministro del Reino Unido, David Cameron, la semana pasada, Lidington reivindicó el derecho de los ciudadanos de Gibraltar a decidir «libremente» su futuro.

Antes de su reunión con el secretario de Estado británico, García-Margallo, en declaraciones a los periodistas, le replicó que los argumentos de Londres para rechazar el diálogo contravienen «absolutamente» tanto el Tratado de Utrecht (1713), raíz del litigio, como la Declaración de Bruselas (1984).

El Proceso de Bruselas, que establecía una negociación hispano-británica sobre el dominio del Peñón, no reconocía el derecho de autodeterminación de los gibraltareños.

Este marco de diálogo se prolongó hasta 2002, cuando Madrid y Londres estuvieron a punto de cerrar un acuerdo para compartir la soberanía de la colonia.

Gibraltar ha sido uno de los asuntos en los que García-Margallo se ha volcado más desde que llegó al cargo el pasado 22 de diciembre.

«Esta broma se ha terminado. La política sobre Gibraltar la vamos a cambiar», anunció el ministro español el pasado 24 de enero.

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