El Gobierno local emitió un decreto que explica que la medida prohíbe la captura, procesamiento y la tenencia de carne o masa no declarada y la comercialización de las especies del crustáceo langostino, piedra y mamá langosta.

La ordenanza señala que la veda se aplicará desde el 1 de marzo al 30 de junio de cada año, «en concordancia con la veda regional dentro del marco de los acuerdos Sica-Ospesca», suscritos por Centroamérica y varias naciones del Caribe.

La medida oficial otorga un plazo de cinco días a las personas y entidades que posean masa de langosta o langostas vivas en cautiverio, para que hagan su declaración de existencia ante el Consejo Dominicano de Pesca y Acuicultura (Codopesca), para fines de control.

Entre las motivaciones de la disposición, se establece que las poblaciones de langosta en República Dominicana muestran «claros indicios de sobreexplotación», lo que ha causado una disminución de los ejemplares ofertados en venta al público.