En un comunicado, el Gobierno sudanés acusó a Malaui de «incumplir» las normas que regulan el funcionamiento de la UA al haber anunciado que no está dispuesto a recibir a Al Bashir para evitar encontrarse en una situación comprometida.

El mandatario sudanés, sobre el que pesan varias órdenes de arresto, está acusado por la Corte Penal Internacional (CPI) de estar implicado en casos de genocidio, crímenes de guerra y lesa humanidad en el conflicto que afecta la región sudanesa de Darfur desde 2003.

Sudán pidió ayer de manera oficial a la Comisión de la organización panafricana el traslado a Etiopía de la celebración de la XIX Cumbre de la UA, prevista entre los próximos 9 y 16 de julio en Malaui, según la nota.

Jartum criticó a Malaui por supuestamente infringir la normativa interna de la Cumbre Africana, que obliga a sus estados miembro a acoger esas reuniones de acuerdo a la normativa vigente y propiciar una «atmósfera adecuada» para su celebración, concluyó el comunicado.

La presidenta de Malaui, Joyce Banda, declaró el viernes pasado que no desea que su colega sudanés participe en la próxima Cumbre Africana que acogerá su país, para evitar que se deterioren sus lazos con los principales países donantes.

En ese sentido, Banda subrayó en una rueda de prensa que Malaui «sufre de problemas económicos sin precedentes, por lo que sería ilógico permitir a una persona que venga a participar en la Cumbre en medio de la fuerte oposición de los países donantes».

La mandataria recordó que su país perdió 350 millones de dólares de ayudas de la fundación estadounidense «Cooperación en el Desafío del Milenio» tras la presencia de Al Bashir el año pasado en una cita regional en Malaui.