Por Miguel A. Matos

El mundo está viviendo un momento muy difícil, porque hay convulsiones, tensiones, guerras, guerrillas, una escalada en la criminalidad y en los vicios, terrorismo e inversión de valores, y crisis económica a todos los niveles en países europeos como Grecia, España e Italia, y bajo el temor de fenómenos naturales como terremotos, tsunamis y huracanes.

En países, como los Estados Unidos, Inglaterra, España, Francia e Israel, la gente vive bajo un permanente estado de tensión ante la amenaza del terrorismo islámico. El temor y la ansiedad se han apoderado de todo el mundo, lo que ha dado pie al aumento de las visitas de la gente a los sicólogos y siquiatras, y a la venta desmedida de antidepresivos.

La gente, que no sabe que hacer, se siente cansada y aterrada ante la interrogante de un futuro próximo, donde naciones que poseen armas de destrucción masiva, como Estados Unidos, Rusia, India, Paquistán, China Comunista, Irak e Israel, y ahora Corea del Norte,  pueden, en un momento dado, hacer uso de las mismas,  produciendo una hecatombe mundial.

Todos estos  acontecimientos, que el mundo está viviendo hoy, es cumplimiento  de las profecías bíblicas. Al respecto, Jesucristo dijo que “cuando oigáis de guerras y de sediciones, no os alarméis; porque es necesario que estas cosas acontezcan primero; pero el fin no será inmediatamente. Entonces se levantarán nación contra nación, y reino contra reino, y habrá grandes terremotos, y en diferentes lugares hambres y pestilencias; y habrá terror y grandes señales en el cielo”, (Lucas 21:9-11).

El grave problema de la contaminación ambiental que ha venido afectando severamente la capa de ozono, es una señal que viene preocupando al mundo, y las naciones desarrolladas, que son las más contaminantes, es muy poco lo que hacen, a pesar de las reuniones, congresos y cumbres  internacionales que se realizan para abordar  el tema. Tenemos que cuidar nuestra casa, que es el planeta tierra, pero solo hay buenas intenciones y no acciones concretas.

La tensión en el Medio Oriente, la amenaza de Israel de actuar contra Irán si percibe un ataque nuclear de parte del país de los ayatolas. Asimismo, la amenaza de Irán de cerrar el estrecho de Ormuz  si los países que integran la Unión Europea les imponen más sanciones económicas y diplomáticas, debido a su programa de armas nucleares, traería consecuencias funestas a la economía mundial, que depende del petróleo.

Esta sombría perspectiva, ha aumentado la angustia de las naciones y las  gentes confundidas a causa del bramido del mar y de las olas, ante el temor de un terrible desenlace, lo que es preocupante y causa de aguda depresión colectiva. Jesús dijo que cuando veáis que sucedan estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios. Y exhorta: “Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenido por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre”, (Lucas 21: 36).

Amigo lector, si quieres escapar de esta situación que está produciendo un estado de depresión y ansiedad al mundo, la solución está en recibir a Jesucristo, el Hijo del Dios viviente, como tu Señor y Salvador, y disfrutará del verdadero descanso y paz. El dijo “la paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”, (Juan 14:27).

Jesús te invita: “Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados que yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mi, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas, porque mi yugo es fácil y ligera mi carga”, (Mateo 11:28:30).