A Pleno Sol
Por Manuel Hernández Villeta
La sociedad dominicana luce acorralada. No puede salir de un círculo estrecho y obscuro, donde sólo los grupos élites tienen derecho a posar su pie en el futuro inmediato. La inercia va cerrando el cero, al cual es dificil entrar, lo que condena a miles a seguir viviendo en la miseria.
El sistema educativo dominicano está maniatado con programas del pasado, que únicamente sirven para formar a malos bachilleres, a malos profesionales y a mujeres y hombres que llevaron sobre sus hombros el fardo de las iniquidades.
Solo los grupos económicamente poderosos están rompiendo ese círculo, y tienen a su disposición buenos colegios y buenas universidades. Para los hijos de Machepa, los pensum de las universidades de clase media e inferior están congelados décadas atrás.
Pasa lo mismo con las escuelas públicas, donde se tiene que dar un salto adelante, salvar barreras, y preparar a los futuros profesionales en disciplinas donde se destaquen y puedan presentar sus conocimientos.
En el sistema educativo se gastan millones de pesos, y se ha logrado un progreso significativo, pero estamos lejos de brindar la enseñanza del Siglo 21, que si se práctica en los principales colegios privados.
Los chicos de escuelas públicas no saben ni siquiera escribir o pronunciar el español, mientras que en los colegios privados, se enseña en dos o tres idiomas, y la informática es una materia diaria.
¿Qué pasa en la educación pública?. El problema no es de mayor presupuesto, como quieren hacer creer los mercaderes del cuatro por ciento. Mayores fondos son deseables, pero con más recursos, sin una nueva metodología, sería tirar al fondo de la basura esa inversión.
La educaciòn pública, hasta el cuarto de bachillerato, debe pasar a una etapa técnica, de forjar jóvenes capaces de desempeñarse en cualquier oficio. El simple bachillerato importa poco, porque sólo es el pasaporte para entrar a la universidad.
En el sistema de educación pública debe crearse el bachillerato, con preparación técnica en plomería, electricidad, costura, cocina, informática. Póngale el nombre que usted quiera, pero que el joven salga preparado para ganarse la vida.
Las universidades privadas aplican una baja insensible a los estudiantes de escuelas públicas, por las fallas garrafales que tienen. En el pasado, la Universidad Autónoma de Santo Domingo llegó a la barbaridad de crear el Colegio Universitario, para educar a los malos bachilleres.
El año escolar se inicia poco más de una semana de que tengamos un nuevo gobierno, y le vamos a hacer algunas sugerencias para que se apliquen en el ejercicio lectivo.
Hay que eliminar las Pruebas Nacionales, no hay razón para que sectores ligados a la educacion persistan en realizar este exámen, que es un gasto innecesario.
Los libros de texto deben revisarse cada cuatro años. No hay razón, salvo que los editores se hagan millonarios, de que todos los años se reajusten los libros de texto.
Por ahora, mejorar las aulas, y ampliar las facilidades de la educación, y que se olviden de la idea de lanzar la tanda única. No hay facilidades de pupitres para que todos los estudiantes dominicanos asistan en una única tanda.
Del desayuno escolar, hay que hacer modificaciones, no se puede eliminar, sino hacer pequeños reajustes. Y es todo por ahora. Hay que mejorar el sistema de enseñanza pública, para adecuarlo a las necesidades del mundo de hoy.