Tras coquetear con la candidatura a la Presidencia por el gobernante Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Cedeño, de 47 años, fue escogida por Danilo Medina, que mañana asumirá la Presidencia, como su compañera de boleta para las elecciones de mayo pasado.

Ganaron con un 51.21 % de los votos, lo que muchos analistas locales achacaron, en parte, a las simpatías que despierta ella.

La también embajadora extraordinaria de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) declinó en abril de 2011 sus aspiraciones de alcanzar la nominación presidencial alegando razones «éticas», ya que Fernández, quien también preside el PLD, advirtió de que iba a ser un árbitro imparcial de las primarias del oficialismo, que ganó Medina.

Para nadie es un secreto que su inclusión entre los aspirantes presidenciales del PLD había desatado una lucha entre altos dirigentes de esa organización, pues mientras unos la apoyaban otros argumentaban que carecía de experiencia política.

Tras meses de especulaciones, finalmente Cedeño fue proclamada en noviembre pasado candidata vicepresidencial del oficialismo durante un acto en el que reivindicó su lucha contra la pobreza extrema.

El propio Medina confesó que la escogió como compañera de boleta porque representa el sentir de la sociedad dominicana, por su talento y su perseverancia en la lucha por mejorar la calidad de vida de las grandes mayorías de los dominicanos.

Antes, Fernández, con quien Cedeño se casó en 2003, había dicho que ésta contaba con «las cualidades, las condiciones, la preparación y la experiencia para poder ser vicepresidente».

Y es que desde su Despacho de Primera Dama, esta mujer, a la que algunos, en especial los más humildes, llaman «Mamá», ha desarrollado numerosos programas de asistencia social, desde construcción de viviendas y centros educativos hasta rehabilitación de hospitales o ayuda a enfermos y madres solteras.

Pero su figura y su trabajo también han sido objeto de críticas por las millonadas que recibió su oficina tanto del Estado como de organismos y oficinas privadas,

En marzo pasado, en medio de fragor político, demandó a un comentarista que le atribuyó una cuenta con 43,8 millones de euros (53,8 millones de dólares) en un banco de Dinamarca, lo que ella, sus abogados y el propio Gobierno han negado insistentemente.

«Ni como madre, ni como esposa, ni como primera dama voy a permitir que se arroje basura sobre mí, esto es parte de la campaña, según tengo entendido, y realmente yo entré a la política para cambiar la forma de hacer política, y no voy a dejar que acontecimientos como éste pasen por ahí», dijo entonces.

Nacida en Santo Domingo el 1 de mayo de 1965, Margarita Cedeño se doctoró en derecho en 1987 en la estatal Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

Posteriormente, en 1995, hizo una maestría en derecho empresarial y legislación económica en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra de la República Dominicana.

Ha realizado estudios relacionados con negociaciones y leyes internacionales y solución de conflictos en las universidades de Georgetown y Harvard, en Estados Unidos, y en Ginebra, Suiza.

Durante el primer gobierno de Fernández (1996-2000), Cedeño fue subconsultora jurídica del Poder Ejecutivo y miembro del consejo directivo del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel).

En mayo de 2007 recibió el premio «Sociedad de la Información Global» que cada año entrega la Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT).

Ha trabajado en varias oficinas de abogados locales, entre ellas, la de su esposo, de la que es fundadora y miembro asociada.

La primera dama tiene una hija de ocho años con el presidente Fernández y es madre de otros dos hijos fruto de un matrimonio anterior.

Antes que Cedeño fue vicepresidenta de República Dominicana la socialdemócrata Milagros Ortiz Bosch (2000-2004).

Tomado de elnortedecastilla.es