Por Juan Carlos Mejía A.

Monte Plata, República Dominicana.-El destino de la provincia Monte Plata, sus municipios y todo lo que comprende esa demarcación territorial, pareciera estar destinada a vivir entre penurias y vicisitudes, con el agravante de que durante los años ha sido acogedora de administraciones políticas locales sin el mínimo sentido de planificación para el desarrollo, usando como materia prima sus laboriosos pobladores.

Pese a que se conoce por la tercera provincia más pobre del país, Monte Plata también es río, miel, lima persa, potrero, ganado, jengibre, café, cacao, leche, queso, orégano, chinolas, pimienta, piña, conucos y una comunidad de gente de campo laboriosa y humilde que, durante el pasar de los años, ha parido intelectuales, músicos, sacerdote, presidente (Fernando Arturo de Meriño) y otros importantes profesionales y técnicos que hoy sirven a la nación.

Sin embargo, basta recorrer campos como Los Limones, Las Taranas, Batey Verde, Yabacao, Chirino, Juan Sánchez, Hato San Pedro, Los Guineo, El Dean, Los Botao, Santa Rosa, Trinidad, El Tablon y El Guanito, estos últimos en Bayaguana, y otras zonas rurales donde, una mera observación de la pobreza y la exclusión social que sufre su gente basta para que se le erice la piel a cualquier visitante, especialmente si se camina campo adentro. Ninguno de los municipios tampoco escapa a estas penurias.

En Monte Plata, el 73.9% de los hogares son pobres y el 23.4% están en pobreza extrema, y el Índice de Calidad de Vida (ICV) es de 46.5, el más bajo de la región Valdesia a la que pertenece, según datos de la Onaplan, hoy en día Subsecretaría de Estado de Planificación. Sobre sus planes de desarrollo por parte de los principales actores políticos (Senadores, Diputados, Síndicos y Regidores) que alberga se conoce poco, sin embargo, de lo que sí se tiene constancia con claridad es cuántos son los votos que aporta en períodos electorales.

Pese a que ha tenido y tiene dirigentes de cuestionada formación profesional, en la provincia “Esmeralda”, como le ha bautizado el actual senador Charlie Mariotti, pero que por el significado (Provincia verde) no ha podido ver el renacer como el color verde del retoño de los cultivos y el color de la esperanza, Monte Plata y sus municipios no han carecido de importantes personalidades.

Además del legislador oficialista Mariotti, cuyo perfil pone de relieve su formación en las aéreas administrativas, de comunicación y de alta gerencia y publicidad, esa demarcación tuvo también como senador al perredeísta Ramón Alburquerque, quien además de los importantes cargos en el Senado y dentro de su organización Política (PRD), el mismo se define como: “Uno de los recursos humanos más sobresalientes con que cuenta el país”.

Entre ambos legisladores, al término de este período en el año 2016, los munícipes de la provincia le han otorgado a través de las elecciones un total de 26 años; es decir, cuatro períodos consecutivos de igual número de años a Alburquerque, y dos períodos consecutivos (uno de 4 y el otro de 6) a Mariotti. Todo esto, sin contar con las administraciones a nivel de diputados, síndicos, y alcaldes pedáneos, los cuales también han sido favorecidos de manera significativa. Aun así, la región continúa gravitando a flor de piel en el mapa de la pobreza, y como consecuencia, creando y expulsando a jóvenes hacia la desesperanza por la falta de formación y competitividad.

Sin defensa visible

La vulnerabilidad y los pocos medios de defensa con que cuentan los pobladores de esa demarcación hacen que, en programas y proyectos que representan un alivio momentáneo para sus munícipes, no logren el efecto deseado.

Tal es el caso de la tarjeta Solidaridad que, según reportes de acento.com.do, a a mayo de 2010 en Monte Plata habían 24,084 hogares beneficiaros de ese programa promovido por el Gobierno, y por persona eran alrededor de 76,022, mientras que en Bayaguana la cantidad de hogares intervenidos era de 3,661.

Sin embargo, no se explica que si Monte Plata tiene uno de los mayores niveles de pobreza y pobreza extrema, sólo el 64% de sus habitantes que calificaron para recibir el subsidio Comer es Primero haya sido beneficiado, según datos del Programa Solidaridad a diciembre de 2010.

En esa fecha, el 98 por ciento de los habitantes de Monseñor Nouel que calificaron para este último programa recibían el subsidio, siendo esa provincia una de las menos pobres del país. Todo esto, ante la indiferencia de sus principales dirigentes.

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