El conductor de un tren que se descarriló y mató a 79 personas admitió momentos después del accidente que iba a velocidad y que no pudo frenar, dijo el domingo un residente local que se apresuró a prestar ayuda al producirse el accidente.

Evaristo Iglesias dijo en una entrevista trasmitida por el canal Antena 3 que él y otra persona acompañaron al ensangrentado Francisco José Garzón Amo hasta una franja de terreno plano donde se colocó a los heridos, a la espera de la llegada de los servicios de emergencia. «Nos dijo que deseaba morirse», relató Iglesias.

«Dijo que necesitaba frenar pero que no pudo hacerlo, dijo Iglesias. Agregó que Garzón dijo que «iba rápido».

El canal mostró imágenes de Iglesias vestido con una camisa rosada y una gorra ayudando a cargar al conductor después del accidente ocurrido en Santiago de Compostela. Garzón fue dado de alta del hospital en que fue atendido y se encuentra bajo la custodia de la policía como sospechoso de homicidio por negligencia. Se prevé que comparezca en un tribunal esta tarde, aunque hasta el momento ha ejercido su derecho de guardar silencio cuando la Policía trató de interrogarlo.

El juez investigador también tendrá acceso a una «caja negra» del tren, similar a las que se hallan en los aviones. El tren de ocho vagones que llevaba 218 pasajeros tomó una curva peligrosa a exceso de velocidad, se salió de los rieles y chocó contra un muro de concreto. Algunos de los vagones se incendiaron.

Las autoridades han señalado el exceso de velocidad como la causa del descarrilamiento, y funcionarios han dicho que el conductor debió haber aplicado los frenos cuatro kilómetros (2,5 millas) antes de que el tren llegara a la curva.

Los investigadores deben determinar si Garzón no aplicó los frenos o si hubo falla técnica. Iglesia es uno de los sobrevivientes y testigos que comenzaron a dar testimonios a la policía el domingo.

Entretanto, las autoridades dijeron que los forenses identificaron a los últimos tres cadáveres de las 78 personas que murieron en el accidente.

No revelaron los nombres de las víctimas, pero indicaron el domingo que todas las familias habían sido avisadas. España continuaba de luto el domingo, con servicios religiosos dedicados a las víctimas. Se tiene previsto un gran servicio fúnebre para el lunes por la tarde al que se espera que asistan el presidente del gobierno y la familia real. (Textor tomado del Listín Diario)