Otra alternativa si el coche no frena consiste en intentar desatascar el pedal por si esta fuese la causa de que el freno no responda. Para ello, intenta elevar ligeramente el pedal del freno colocando el pie por debajo. Una vez que lo hayas hecho, intenta usar de nuevo el freno a ver si ahora sí que responde. Si esta técnica funciona, no dejes de acudir a un taller mecánico para que te arregle el pedal y no vuelvas a ponerte en riesgo.

Si el coche no frena también puedes recurrir a hacer que el contacto del automóvil contra una superficie lateral produzca una disminución paulatina de la velocidad del coche hasta conseguir detenerlo por completa. Esta operación consiste en acercar el coche, por ejemplo, al guardarraíl haciendo que el automóvil contacte con el mismo ligeramente. Como imaginarás, es una operación peligrosa a la que solo debes recurrir en casos extremos.

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Si tienes la suerte de que en la carretera por la que circulas hay una zona de frenado, debes recurrir a ella. Se suelen habilitar en vías con fuertes pendientes y están orientadas a los vehículos pesados, pero podrás utilizarla en el caso de que tu coche no frene. Están identificadas por una señal como la que ves en la fotografía.

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En todo caso, siempre que tu coche no frene pon las luces de emergencia para que el resto de los automóviles que circulan por la vía estén informados de que algo ocurre y estén prevenidos ante cualquier maniobra extraña. Además, aunque entendemos que será difícil, trata de mantener la calma para poder valorar a que alternativa recurrir y que puedas salir de la mejor manera ante el suceso.

Una vez que hayas conseguido detener tu coche sin frenos, señaliza de forma correcta la avería y avisa a los servicios de emergencia.