Santo Delgado del Carmen, de 44 años, mató a tiros a su compañera sentimental Roberta Angomás Céspedes, de 37 años, a su hija Yinaury Delgado Angomás, de 19, a su suegra Agripina Maldonado, de 66, y a su vecina Ana Luisa Ventura Germán, de 48 años, justo éstas habían concluido una oración para bendecir el viaje de Roberta y Yinaury hacia Guadalupe, que harían ayer al mediodía.
La tragedia ocurrió en la casa 14 de la calle Ercilia Pepín, del sector La Toronja, Santo Domingo Este, a las 9:30 de la mañana, donde vivía la familia. Los restos de Roberta, Yinaury y Agripina, fueron velados ayer tarde en su vivienda en la calle Quinta número 10 de La Toronja, y sepultados en el cementerio Cristo Salvador.
En tanto los de Ana Luisa fueron trasladados por sus familiares a su natal San Francisco de Macorís. Rosaura Gerónimo, tía de Roberta, dijo que en una ocasión su sobrina le confió que Santo la amenazó con “te voy a dar por donde más te duela”, y la aconsejó que pusiera una querella en su contra, pero que se rehusó alegando que “qué le voy a decir a los niños si meto preso a su papá”.
En tanto, Richard Ricardo Angomás Céspedes, hermano de Roberta, ignora los motivos que tuvo su cuñado y compadre Santo para cometer los crímenes, porque dijo nunca mostró ser un hombre agresivo. “No sé que le dio, parece que fue Satanás que se le metió, él no era violento.
Él conchaba en carro público, trabajamos juntos en la ruta 60 de la Ovando-Megacentro-Los Minas. Yo lo trataba como un padre, pero me mató mi vieja, mi hermana y mi sobrina”. Sostuvo que su hermana si se casó con otro hombre en Guadalupe para obtener la residencia y llevarse a sus hijos, “ella tenía residiendo para allá casi cuatro años, y le enviaba dinero a mi compadre y cuñado, a quien prometió ayudar para que su familia tuviera mejor vida, porque tenían 24 años juntos”.
Richard Ricardo indicó que todo lo que su hermana Roberta hacía se lo comunicaba a Santos, “ella se casó y él tenía conocimiento, y era en busca de mejoría. Ella le enviaba dinero porque no estaba trabajando por problemas de salud”. José Mariano Sánchez y Mariana Ulloa, quienes residen al lado y en el frente donde ocurrió la tragedia, negaron que Delgado del Carmen fuera atacado por una turba como informara la Policía.
“Él cerró con candado la puerta de la verja, y cuando mató a las mujeres en la sala, sacó a los dos niños para la galería, y no abrió la puerta hasta que llegó la Policía y el 911, si está herido se la hizo él”, expresaron. Dijeron que luego de la tragedia, los hijos de la pareja Wilme y Roberto, de 13 y 11 años, lloraban desconsolados y decían en la galería: “Papi porque las mataste, porque lo hiciste” y él le respondió: “Ya lo hice, me tenían harto”. “Eso es falso, ese hombre salió de la casa junto a sus dos niños cuando llegó la Policía y dijo “espósenme y mátenme si quieren, ya la maté”, manifestaron los vecinos y familiares de las mujeres, que además negaron que Delgado del Carmen fuera herido a cuchilladas cuando se trató de lincharlo.
Delgado del Carmen procreó con Roberta, además de Yinauri a la que mató junto a su madre, a Wilman, de 23 años, un ex militar del Ejército.
La familia y los vecinos desconocían que Santo tuviera pistola. “Él era un hombre tranquilo, casi ni hablaba. Esta tragedia nos conmovió y sorprendió a todos”, dijo José Mariano.
La Policía informó que Delgado del Carmen fue recluido en un centro de salud bajo custodia policial, con múltiples heridas de arma blanca, que según dijo se las infirió una multitud que impidió que emprendiera la huida al cometer el crimen, pero su cuñado Richard Ricardo aseguró que “fue él quien se las ocasionó”.
Fuente: El nacional