Per-Erik Muskos, concejal de la ciudad de Overtornea, en el círculo ártico, hizo una «solicitud seria y formal» el lunes para que se añada el coito a la lista de actividades aceptables, que también incluye ir al gimnasio y recibir un masaje, además de comer.

Muskos alegó el viernes que entre los beneficios estaría mejorar la moral de los empleados y aumentar la población del pueblo, actualmente de unos 4.500 habitantes.

Muskos dijo que los 550 empleados municipales evalúan ahora su propuesta, antes que sea analizada por el pleno del concejo.

El legislador de 42 años dijo que las reacciones negativas a su propuesta provinieron mayormente de «algunos empleados viejos a quienes les avergüenza hablar de lo que sucede en el dormitorio».