La novena de las Barras y las Estrellas (2-1), que llega por segunda vez a las semifinales, lo hizo por primera vez en la edición del 2009, clasificó como segundo del grupo, por detrás de Puerto Rico, que acabó invicto (3-0), y el martes se enfrentará en el Doger Stadium de Los Angeles a Japón (3-0), primero del Grupo E.

Como se esperaba el partido con Dominicana, que era de vida o muerte para ambos, tuvo todos los alicientes de ver en acción a los mejores equipos, junto con Puerto Rico, que llegaron al torneo.

Además de ser revancha por lo sucedido en la edición del 2013 y por la reciente derrota que Estados Unidos sufrió de nuevo ante Dominicana en la primera ronda del Grupo C, cuando tras estar arriba cinco carreras al final perdieron (5-7).

Tampoco comenzó bien el partido para Estados Unidos, que vio como Dominicana, con el segunda base Robinson Canó, encendido, pegó doble impulsador que llevó a Manny Machado a la registradora para más tarde, el mismo, con sencillo impulsador de Carlos Santana pusiese el 0-2 en la pizarra contra el abridor Danny Duffy.

Pero eso fue todo lo que permitió el abridor zurdo local, que luego, con la confianza del piloto de Estados Unidos, el veterano Jim Leyland, completó cuatro entradas seguras en las que al final se llevó el triunfo, el segundo en lo que va del Clásico.

Duffy (2-0), que se combinó con cuatro relevistas, que estuvieron intratables, espació seis imparables, con dos carreras permitidas, una fue limpia, dio una base por bolas y retiró a un bateador por la vía del ponche después de realizar 74 lanzamientos y colocar 48 en la zona del “strike”.

Leyland volvió a mostrar su maestría al mantener a Duffy como había hecho en la jornada anterior con Marcus Stroman, aunque Puerto Rico le hizo cuatro carreras en la primera entrada, y luego Estados Unidos se acercó hasta el marcador final de 5-6, con un corredor que dejó en tercera.

Lo mismo sucedió ante Dominicana, pero esta vez si completaron la remontada porque en la parte alta de la tercera entrada Ian Kinsler, en jugada de selección llevó a Stanton hasta la registradora y Christian Yelich pegó doble para que él pusiese el empate en la pizarra contra el abridor quisqueyano Ervin Santana, que debutó en el Clásico.

El abridor de los Mellizos de Minnesota, que había estado dominante en las dos primeras entradas, tras las carreras permitidas, perdió el control y de eso se aprovechó Stanton. entrada.

El toletero de los Marlins de Miami, de origen puertorriqueño, con Brandon Crawford en circulación tras haber pegado sencillo, le descifró de nuevo el lanzamiento a Santana y puso la pelota por encima de la barda del jardín izquierdo que permitió a Estados Unidos ponerse por delante en la pizarra (4-2), en la parte alta de la cuarta entrada.

Ahí fue cuando el piloto de Dominicana, Tony Peña, reaccionó y mandó a la ducha a Santana para sacar a Héctor Neris, primer relevista de los seis que utilizó, pero el daño ya estaba hecho.

Mientras que Leyland mantenía a Duffy, que en colaboración con la defensiva, sacó los tres últimos “outs” de la cuarta entrada de forma brillante y le doy toda la confianza al equipo.

Cierto que Dominicana también recuperó el control desde el montículo con los relevistas Fernando Rodney, Dellin Betances y Fernando Abad, mientras que de nuevo Canó, en su mejor partido ofensivo del Clásico, pegó jonrón solitario en la parte baja de la séptima entrada contra el relevista Tyler Clippard, que le había quitado la pelota a Patt Neshek, el primero que utilizó Leyland.

Pero de nuevo, la genialidad, la clase y la experiencia de Leyland, hizo que de inmediato le quitase la pelota a Clippard y se la diese a Sam Dyson, que enfrió de nuevo los bates dominicanos.

Peña también hizo cambio en el montículo tras retirar a Abad y sacar a Alex Colomé, que no tuvo su mejor actuación al dar base por bolas a Yelich y golpear a Eric Hosmer.

Con ambos corredores en circulación, y Colomé sin control, salió a la caja de bateo el guardabosques Andrew McCutchen, de los Piratas de Pittsburgh, que había estado apagado con su bate, pero despertó en el peor momento para Dominicana al pegar doble a lo profundo entre el jardín izquierdo y central para que Yelich y Hosmer anotasen el par de carreras decisivas.

Leyland mantuvo a Dyson en el montículo para que sacase los tres “outs” de la parte baja de la octava entrada sin ningún problema y lo propio hizo el cerrador Luke Gregerson con los de la novena y últimos de partido que aseguraron la gran victoria de Estados Unidos y se quedase con el rescate, el segundo en lo que va de torneo.

La derrota se la llevó Santana (0-1) que en tres entradas y dos tercios fue castigado con seis imparables, incluido el jonrón de Stanton, le hicieron cuatro carreras limpias, no dio base por bolas, y abanicó a dos bateadores rivales tras realizar 68 lanzamientos y 44 fueron buenos.

Mientras que el bateo oportuno y productor de Estados Unidos lo encabezó Stanton al irse de 4-2, con par de anotaciones e impulsadas, la misma producción de Canó por Dominicana, pero en causa perdida.