El 20 de diciembre de 2013, el periódico más antiguo del mundo, el Lloyd’s List dejó de imprimirse para mudarse al mundo digital. Fundado en 1734, nació como una tabla de anuncios sobre el sector naviero que se colocaba de manera visible en una cafetería en el puerto de Londres. Hoy el Lloyd’s List es accesible desde cualquier cibercafé o cafetería que tenga conexión a Internet.¹Una de las razones fundamentales para que el Loyd’s List migrara fue el declive de los lectores de su versión impresa, que ascendía a 25 personas en el momento en que se concretó su desaparición.

La lista de diarios y revistas que han finiquitado su formato impreso para ofrecer sus contenidos en línea, va en aumento. De hecho, existe un portal creado el 5 de marzo de 2007 que se denomina Newspaper Death Watch (u Observatorio de la muerte de los diarios) que documenta puntualmente la desaparición de diarios impresos que ahora sólo están disponibles en formato digital (R.I.P.) y los periódicos que, o bien han reducido su tiraje, o bien han adoptado modelos híbridos que incluyen la impresión y la oferta en línea (W.I.P.).

Wikipedia cuenta con listas de los diarios de diversos países del mundo que han desaparecido en formato impreso (por ejemplo, los de

Australia, https://en.wikipedia.org/wiki/List_of_defunct_newspapers_of_Australia; los de Estados Unidos,https://en.wikipedia.org/wiki/List_of_defunct_newspapers_of_the_United_States; los de Canadá,https://en.wikipedia.org/wiki/List_of_defunct_newspapers_of_Canada; y los de Francia,https://en.wikipedia.org/wiki/List_of_defunct_newspapers_of_France; por citar sólo algunos de los muchos países donde se ha documentado esta tendencia).

¿Significa esto que los diarios impresos desapareceran como pasó con Newsweek, la cual publicó su última versión en físico el 31 de diciembre de 2012 ante la caída de la publicidad, baja en sus ventas y el auge de las plataformas digitales, pero que regresó al papel el 7 de marzo de 2014.

Steve Wozniak, cofundador de la empresa Apple, comenta lo siguiente:

“…yo fui uno de los últimos en EEUU que abandonó el periódico porque pensaba que era el mejor formato y que era más fácil ver cosas y encontrar lo que querías si tenías espacio en papel para ellas. Me crié con periódicos pero luego, cuando cambié, me di cuenta de que podía estar mejor informado sobre más cosas y de manera más fácil con la computadora. (…) Por tanto, no estoy del todo seguro, pero creo que los periódicos serán básicamente electrónicos, y los de papel se convertirán en objetos especiales para coleccionistas. Podríamos decir lo mismo de los libros, pero claramente no están desapareciendo. Y lo mismo con las películas. Todas son digitales, pero mi impresión es que las salas de cine son más grandes que nunca. Así que muchas de estas antiguas tecnologías sobrevivirán porque siguen teniendo la capacidad de dar placer a la gente. Claro que ahora tenemos música digital y CDs, pero lo que se está poniendo de moda son los álbumes de vinilo, que venden cada vez más. A muchas personas les gustan y admiran las cosas que se hicieron bien en el pasado, y siguen siendo fieles a ellas. Quizás sea una minoría, pero sigue siendo un buen mercado. Y los periódicos pertenecen a esa categoría”.²

No es claro qué tan de acuerdo esté con Wozniak el dueño de Amazon, pero lo cierto es que algún valor deben tener los medios impresos (y digitales),³ puesto que el 5 de agosto de 2013 compró The Washington Post.

¿Rumbo a la información digital?

El futuro será digital o, al menos, eso parece. El portal de la Future Exploration Network presenta un mapa del mundo en el que se muestra el momento en el que los diarios impresos como se les conoce, se tornarán insignificantes. En el mapa se vaticina que en 2033 en México⁴ al igual que en Letonia, habrán desaparecido los medios impresos. El primer país donde esto ocurrirá es, previsiblemente, Estados Unidos (en 2017), seguido del Reino Unido e Islandia (2019), Noruega y Canadá (2020), Finlandia, Singapur y Groenlandia (2021), Australia y Hong Kong (2022), Dinamarca (2023), Nueva Zelanda, España, República Checa y Taiwán (2024), Polonia, Suecia y Suiza (2025), Corea del Sur, Rusia y Bélgica (2026), Países Bajos, Irlanda, Brasil,⁵ Italia (2027), Austria, Eslovaquia, Grecia, Portugal y Emiratos Árabes Unidos (2028), Francia, Israel, Malasia y Croacia (2029) y Alemania y Estonia (2030). Se estima que hacia 2040 los medios impresos serán historia en la mayor parte de las naciones del mundo.

¿Qué factores explican esta tendencia que, a todas luces, se produce a nivel internacional? Existen condiciones nacionales e internacionales. A nivel nacional, por ejemplo, destacan estos factores:

• demográficos, como la edad promedio de la población, el envejecimiento, la tasa de nacimientos, la inmigración, etcétera;

• el grado de urbanización, gran tema, considerando que se espera que hacia el año 2020, el 70% de la población mundial residirá en las ciudades

• el incremento de la alfabetización y de la educación en general, tanto tradicional como digital;

• gubernamentales, por ejemplo, respecto a las regulaciones imperantes en torno a los medios y las telecomunicaciones, el apoyo que se brinda a los citados medios y el nivel de censura que impera sobre ellos;

• el comportamiento de los consumidores, esto es, las preferencias que tienen respecto a los medios, la disposición a pagar por el acceso a la información, el interés relativo en torno a las noticias locales e internacionales;

• la situación del sector, es decir, la posición financiera de los principales diarios, análisis de ingresos respecto a la publicidad y las ventas de medios impresos, y estructuras de distribución de los diarios;

• el desarrollo económico, donde es muy importante la tasa de crecimiento económico, la distribución del ingreso y las disparidades regionales, y

• la situación de las tecnologías de la información y la comunicación, destacando los costos y la disponibilidad de ancho de banda y de tecnologías móviles, y el número de usuarios de telefonía inteligente y tecnologías y dispositivos e-reader.

A nivel internacional hay también importantes factores que contribuyen al declive de los medios impresos:

• cambios en los costos de producción;

• tendencias en la asignación del gasto en publicidad en los medios;

• desarrollo de plataformas abiertas;

• consumo de noticias digitales;

• desarrollo de plataformas digitales de alto rendimiento;

• costos del desempeño de la telefonía móvil;

• costos del desempeño de tabletas y de e-readers.

Estas tendencias por supuesto, son distintas en cada país. En cualquier caso, el debate tiende a centrarse en la desaparición de los periódicos, no así en las profundas transformaciones que están experimentando los medios de comunicación.

La Asociación Mundial de Periódicos y de Editores de Noticias (WAN-IFRA) señala que “en 2015, queda claro que la historia de la industria de los periódicos no está relacionada con el pesimismo y la decadencia. Los periódicos en todo el mundo están demostrando exitosamente su valor para los anunciantes, a pesar de la floreciente competencia. Están descubriendo nuevos mercados y nuevos modelos de negocio que hoy son tan relevantes para la producción de noticias como los ingresos que provienen de la publicidad y de la circulación. Desde la era los negocios del periódico impreso, se han transformado en verdaderos negocios de medios informativos de plataformas múltiples”.⁶

Entre las tendencias que documenta WAN-IFRA figura el hecho de que a diferencia de años previos, en 2015 la principal fuente de ingresos de los periódicos no fue la publicidad, sino los pagos efectuados directamente por los consumidores. El modelo pasó entonces de un esquema empresa (de medios) – empresa (de publicidad), a uno basado en el binomio empresa (de medios) – consumidor. WAN-IFRA también señala que lejos de desaparecer, los medios impresos están experimentando importantes cambios y que mientras en algunos países de alto desarrollo han declinado su publicación en físico, en el continente asiático el consumo de medios impresos va en ascenso.⁷

¿Qué está ocurriendo?

No hay una respuesta unívoca a los desafíos que enfrentan los diarios y las revistas impresas, toda vez que hay tendencias complejas y diferenciadas entre los países y en el interior de ellos. Es un hecho que la red le ha restado lectores a los rotativos pero que también ha elevado significativamente el número de visitantes a sus páginas en línea. Asimismo, no hay que perder de vista que los diarios son formadores de opinión y que, en muchos casos, marcan tendencia. Se cuenta, por ejemplo, que en Francia los productores y guionistas de la televisión, preparan sus programas informativos teniendo ejemplares de Le Monde sobre sus rodillas, o en sus dispositivos electrónicos. Otro tanto ocurre con los programas de noticias en la televisión de Estados Unidos, los que generalmente se basan en la información publicada en The New York Times.⁸

El tema de los contenidos es central. Es lugar común asumir que la prensa escrita es la que incluye análisis de la información, en tanto la red sirve únicamente para dar notas de coyuntura en el momento en que ocurren. En este último aspecto los medios también compiten con el reportero-ciudadano, esa persona que con su teléfono inteligente, tableta u otro dispositivo usa las redes sociales y otros canales como los blogs para distribuir videos y/o noticias propias. Empero, es harto conocido que la información de calidad es altamente apreciada, sea que se encuentre impresa o en línea.

Ramón Salaverría señala que el principal desafío para los medios impresos estriba en que “durante años los medios han actuado como si internet no existiera, y han sido muy reacios a cambiar sus procesos, sus parrillas informativas,etcétera. Probablemente los próximos años las plataformas digitales van a ser los medios por los que la gente adquiera la mayor parte de la información, pero eso no significa que los medios preexistentes vayan a desaparecer”. ⁹ Una muestra de ello es que a pesar de contar con plataformas digitales, los diarios publican análisis de periodistas y autores reconocidos, y no obstante que ofrecen la opción de que el público comente lo que ahí se dice, rara vez los autores de esas reflexiones responden a lo que plantean los lectores. Eso tendrá que cambiar, máxime si los diarios, en cualquier formato, desean elevar o al menos mantener el número de lectores –y potenciales consumidores– de noticias.

¿Y en México?

En México los medios impresos están creciendo a una tasa promedio del 3% anual, la más alta en América Latina. Así, para 2019 se estarán publicando ocho millones de copias de diarios, frente a los 6.9 millones respecto a 2014. Otro hecho a destacar es que la publicidad en los periódicos juega un papel muy importante como fuente de financiamiento en México. En contraste, la publicidad en medios digitales representa, apenas, el 2.5% de las utilidades para los diarios, si bien esta cifra se estima que irá aumentando en los siguientes años, en consonancia con las tendencias mundiales.¹⁰

Por número de ejemplares vendidos, los diarios más leídos en México son La Prensa, Reforma, El Norte, El Financiero, El Universal y La Jornada.¹¹ La circulación de algunos de estos diarios sigue en aumento apoyada en historias sensacionalistas, lo que garantiza que sus ingresos se incrementen de manera sostenida y esa es la perspectiva al menos, hasta 2019. Descontando a las publicaciones que reposan en el sensacionalismo, El Universal encabeza la lista, al contar con el sitio web de noticias más consultado en línea en el país.

En este sentido, es claro que si bien los medios impresos enfrentan grandes retos de cara a Internet y las tecnologías de la información y la comunicación, hay situaciones diferenciadas en el mundo, como queda de manifiesto en el caso mexicano. Y, en cualquier caso, la prensa impresa no está desapareciendo, se está transformando, a distintas velocidades. Cuando apareció la televisión de paga, muchos le auguraban un rotundo fracaso al existir la opción gratuita de la televisión abierta. Hoy la televisión abierta sigue existiendo, y la de paga ha ido ganando audiencias, adecuando sus contenidos analizando las preferencias de los espectadores, y esto incluye la posibilidad de acceder a programas en la red.

La extinción de los medios impresos parece lejos de ocurrir, porque, parafraseando al cómico estadounidense Stephen Colbert, si los diarios se mueren ¿dónde van a publicar el obituario?

20 de abril 2016