«Hay que admitir que no es la primera vez que me encuentro en este tipo de situación, (…) sino la tercera», dijo en declaraciones a la emisora 3AW.

La joven, de 26 años, reveló que cuando ocurrió la tragedia en las Ramblas ella estaba en la tienda de ropa de Urban Outfitters, frente a la Plaza Cataluña.

En un principio decidió que se trataba de un accidente de tráfico, pero luego comprendió que tuvo lugar un atentado.

«En seguida nos bloquearon en la tienda, hubo confusión, pero todavía nadie sintió verdadero pánico», dijo al relatar que «cuando todos echaron a correr, me dí cuenta de que acababa de ocurrir algo muy grave».

El pasado 3 de junio, Julia Monaco resultó bloqueada en una estación del metro cerca del puente del London Bridge, en el que un vehículo atropelló a una multitud y acto seguido tres hombres armados bajaron del auto y atacaron a los peatones.

Tres días más tarde, de vacaciones en París, estuvo en Notre Dame cuando un hombre agredió con martillo a un policía frente a la catedral.

Sin embargo, a pesar de toda esta experiencia, afirma que no tiene intención de regresar a casa y está dispuesta a viajar a todos los lugares que tiene planeado visitar.

«Quiero quedarme aquí para no permitirles ganar, sean quienes sean», declaró.

Al menos 14 personas murieron y más de un centenar resultaron heridas después de que el 17 de agosto una furgoneta invadiera a gran velocidad el carril peatonal de Las Ramblas y realizara un recorrido mortal de más de 500 metros en esta zona, una de las principales atracciones turísticas de la ciudad.

El ataque fue reivindicado por Daesh (Estado Islámico, grupo terrorista proscrito en numerosos países, incluida Rusia).

Unas horas después, la policía informó de la muerte de cinco terroristas que habían intentado atropellar y atacar con armas blancas a viandantes en el paseo marítimo de Cambrils, en la provincia de Tarragona, ataque que se saldó con al menos una víctima mortal y seis heridos, incluido un policía.