Cuando el primer iPhone fue presentado en 2007, no entusiasmó a todo el mundo. La principal crítica que se hizo en su día al bebé de Steve Jobs fue su carencia de teclado físico, lo que en teoría le invalidaba como móvil profesional. Esta crítica nacía de la pura ignorancia: como todos los móviles de los hombres y mujeres de negocios del mundo en aquella época eran de marca BlackBerry, famosos por tener teclas, nadie se fiaba de que se pudiera escribir un buen correo electrónico con una superficie con capacitancia.
Una década después, el mundo ha cambiado por completo. En las oficinas solo hay teléfonos móviles con pantalla táctil y nos hemos acostumbrado tanto a ellas que escribimos correos e informes a velocidades supersónicas.
En 2007 las marcas más populares eran Nokia, Motorola y BlackBerry.Y en 2017 los móviles más vendidos son los de Samsung, Apple y Huawei. Y no, ninguno de ellos tiene teclado.
Durante los diez años del iPhone y de los smartphones, BlackBerry ha sufrido una barbaridad. Sus ventas se desplomaron y pasó de tener un 19,9% de mercado en 2009 (su pico histórico) a tener un 0% en 2016. Esta circunstancia hizo que en ese año la matriz canadiense de la marca anunciar que abandonaba la fabricación de teléfonos móviles y que solo se iba a centrar en el diseño de software.