El presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, Thomas S. Monson, murió este martes a los 90 años en su residencia en Salt Lake City, Utah de en compañía de su familia y por causas relacionadas a la edad.
Monson prestó servicio como presidente de la Iglesia desde febrero de 2008 y deja atrás un legado de servicio y de buenas obras.
No se espera que el Quórum de los Doce Apóstoles de la Iglesia elija formalmente a su sucesor hasta después del funeral del presidente Monson.
El líder religioso fue un ejemplo para los más de 15 millones de miembros de la Iglesia en todo el mundo, de alguien que siguió a Jesucristo.
El presidente de dicha iglesia ministró calladamente a miles de personas en sus hogares, hospitales y centros para el cuidado de ancianos.
Durante su presidencia, el número de miembros creció de trece millones a aproximadamente quince millones y medio en todo el mundo, y se anunciaron y dedicaron docenas de templos nuevos alrededor del mundo.
Llegó a ser el decimosexto presidente de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días el 03 de febrero de 2008, tras la muerte del presidente Gordon B. Hinckley.
Antes de asumir la presidencia, sirvió como consejero de la Primera Presidencia bajo tres presidentes de la Iglesia por más de veintidós años.
Monson fue sostenido como miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles el 4 de octubre de 1963 y lo ordenaron apóstol el 10 de octubre de 1963, a la edad de 36 años.
También sirvió como presidente de la Misión Canadiense de la Iglesia, con sede en Toronto, Ontario, de 1959 a 1962.
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