En las últimas horas de calma antes de una cumbre sin precedentes con Corea del Norte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, predijo el lunes un “buen” resultado en la que dijo que sería una “reunión muy interesante” con Kim Jong Un. El líder norcoreano pasó la jornada lejos de los reflectores.
Ambas partes pasaron las horas previas ultimando los preparativos para el encuentro, que comenzará a las 09:00 de la mañana del martes, hora local, con un apretón de manos entre Trump y Kim, una imagen que seguro recorrerá el mundo a la velocidad de la luz. Los dos líderes tienen previsto reunirse cara a cara, acompañados únicamente por traductores, durante hasta dos horas antes de incorporar a sus respectivos asesores, dijo un funcionario estadounidense que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a revelar deliberaciones internas.
Esta decisión busca fortalecer los lazos entre ambas naciones, en el marco de una política exterior que favorece la integración regional
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