SANTO DOMINGO. Fue en 1973 cuando el emblemático escenario hizo subir y bajar por primera vez el telón para un concierto de la Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida por el maestro Manuel Simó, y desde entonces, ha sido la sede de grandes eventos con los mejores artistas del país y del mundo.
“Los teatros nacionales en cada país son los espacios culturales más significativos, y el nuestro no es la excepción, es el lugar donde se celebran los grandes conciertos sinfónicos, así como las premiaciones más importantes del país como los Premios Soberano”, afirmó. Sobre la celebración detalló que su mayor satisfacción radica en la dignificación de los salarios del personal y la remodelación interior y exterior del teatro.
“Lo más hermoso del 45 aniversario del teatro ha sido el anuncio de un aumento de salario para todo el personal que tenían casi 20 años sin recibirlo, además del remozamiento total del teatro”, aseveró Caffaro.
“Hoy tenemos un teatro mucho mejor proyectado que cuando inició”, concluyó el director del teatro, que el pasado 16 de agosto celebró su XLV aniversario.
Cáffaro afirma que ya ha negado el magno escenario a exponentes urbanos. “Yo creo que cada música tiene su escenario, a mí no me gustaría distorsionar lo que es el Teatro Nacional. Yo creo que existen áreas que pueden perfectamente trabajarse para ese tipo de música. Áreas más modernas, pues el público mismo que alimenta el género urbano no es de teatro, les gusta espacios donde puedan saltar y bailar”, esta fue la respuesta del director del Teatro Nacional Eduardo Brito, al ser cuestionado sobre si podrían presentarse espectáculos de música urbana en ese escenario.
“Yo creo que cada productor —continúa— debe mentalizarse en que cada música tiene su escenario”.
Al cuestionarle sobre qué se le exige a un productor que quiera presentar un espectáculo en el Teatro Nacional, el funcionario detalló: “Se le pregunta sobre la propuesta, porque hay que recordarle al productor, cualquiera que sea, que ese es el Teatro Nacional, por eso los mismos merengueros han tratado de dignificar su propuesta cuando se presentan allí. Han convertido sus merengues en algo sinfónico para un público que los quiere ver haciendo algo diferente, más cónsono con lo que es el Teatro Nacional”, manifestó.
Como director afirma: “Mi función es proteger el teatro, mantenerlo, buscar mejores espectáculos, que la gente entienda la filosofía del escenario y que el público mantenga el interés de cuidarlo y que todas las salas estén llenas de buenos eventos, como lo hemos venido haciendo”, reiteró Cáffaro, quien adelantó que tiene previsto un espectáculo con sus grandes éxitos, el cual marcaría su retiro oficial de los escenarios.