A la espera de lo que suceda en la reunión que mantendrán en dos semanas los presidentes de China y Estados Unidos en el marco de la cumbre del G-20 en Argentina, las dos mayores economías del mundo volvieron a dejar constancia del abismo que les separa en asuntos como el comercio o las vías para extender su influencia. Tan grandes son esas divergencias que ayer incluso rompieron el consenso de la cumbre APEC celebrada en Papúa Nueva Guinea, que acabó sin que las 21 economías del Pacífico pactaran un comunicado conjunto por primera vez en su historia.
“Había dos gigantes en la habitación. ¿Qué más puedo decir?”, señaló el primer ministro papú, Peter O’Neill, quien admitió que China, EE.UU. y “algún otro país” mantuvieron discrepancias sobre si era oportuno o no reclamar en el documento final una reforma de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Sobre la reunión anual del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) celebrada este fin de semana en Port Moresby se cernió desde un principio la negra sombra de la disputa comercial entre EE.UU. y China y su pugna por ver quién es capaz de acaparar mayor influencia en la región del Pacífico, un nuevo campo de tensión geopolítica entre ambos.
El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, aprovechó el encuentro para lanzar un agresivo discurso con el que alertar a los países pequeños de que no se dejen seducir por la “opaca diplomacia de la chequera” de la Nueva Ruta de la Seda. Esa iniciativa, el plan estrella de la política internacional china para los próximos años, se basa en las inversiones en infraestructuras y la concesión de créditos blandos por parte de Pekín a los países más desfavorecidos para que financien proyectos de construcción y desarrollo. Según Pence, China promueve proyectos que son de “baja calidad” y, a menudo, “conllevan fuertes ataduras y una deuda abrumadora” que los países en desarrollo no pueden soportar, lo que otorga a Pekín mayor poder de influencia sobre esas naciones. Para no caer en su juego, el norteamericano instó a esos países a seguir con EE.UU., que “no ahoga a nuestros socios en un mar de deudas” ni “coacciona, corrompe ni compromete su independencia”.
“Trabajaremos con nuestros aliados para proteger la soberanía y los derechos marítimos también de las islas del Pacífico”
Minutos antes, el presidente chino, Xi Jinping, insistió ante una audiencia repleta de empresarios que su iniciativa no es ninguna “trampa” y que no manejan “una agenda oculta”. Además, volvió a criticar el proteccionismo comercial propiciado por el “America First” de Donald Trump, un “enfoque miope” que está “condenado al fracaso”. “La historia ha demostrado que en las confrontaciones, ya sean en forma de guerra fría, caliente o comercial, nunca hay vencedores”, llegó a decir el día anterior el mandatario.
En esta cita, Xi buscó con su presencia resaltar la cada vez mayor influencia de su país sobre los pequeños estados insulares que abundan en el Pacífico. En los últimos siete años, el gigante asiático ha transferido a esta región más de 5.200 millones de euros en préstamos y ayudas, unos 500 menos que Australia, hasta hace poco la mayor potencia en el área.
Para hacer frente a esa lluvia de capital chino, EE.UU., Japón y Australia anunciaron el sábado un plan de inversión en infraestructuras para el Pacífico que cumpla con los estándares internacionales de “transparencia y sostenibilidad fiscal”. “Este enfoque ayudará a satisfacer las verdaderas necesidades de la región y evitará cargas de deuda insostenibles”, afirmó el trío en un comunicado.
Además de la cartera, Washington también quiso mostrar músculo al anunciar su implicación junto con Australia en la reconstrucción de la base naval de la estratégica isla papú de Manus, un proyecto al que China también le tenía echado el ojo. “Trabajaremos con nuestros aliados para proteger la soberanía y los derechos marítimos también de las islas del Pacífico”, señaló Pence, que recordó los recientes ejercicios navales con Japón e India ante la expansión militar china en esas mismas aguas.
Como rúbrica a tanto desencuentro, varios medios informaron de que la policía papú había tenido que intervenir para expulsar a cuatro miembros de la delegación china que intentaron entrar por la fuerza en la oficina del ministro de Asuntos Exteriores papú para eliminar del borrador del comunicado dos parráfos en los que se mencionaba a la OMC. “No es verdad”, desmintió más tarde Wang Xiaolong, del Ministerio de Exteriores chino. “Creo que los acusadores están tratando de deteriorar las relaciones China-Papúa Nueva Guinea”.
Fuente. LA VANGUARDIA
El Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) «abortó las actividades de un miembro de una organización terrorista que planeaba cometer un atentado en un lugar público de Moscú», reza un comunicado del organismo. Según el reporte de actualidad.rt.com, la persona que estaba preparando el ataque terrorista era un individuo de Asia Central que «estaba […]
El aumento de casos de coronavirus en el mundo y los temores por una nueva ola han contribuido a las caídas de los principales índices bursátiles y valores globales, a la vez que los tradicionales refugios seguros como los metales preciosos han ganado la confianza de los inversores. El oro al contado ha subido a su […]
Beijing (CNN) — Un atacante con un cuchillo hirió a 37 niños y dos adultos en una escuela primaria en el sur de China el jueves, según un comunicado del gobierno local. El ataque, que tuvo lugar en el condado de Cangwu, en la región autónoma del sur de Guangxi Zhuang, llevó a la hospitalización de […]