Los opositores de la iniciativa aprobada por la Cámara de Representantes dijeron que tendrá un efecto devastador en las economías de las islas y destacaron que tan solo en Puerto Rico la industria de las peleas de gallos genera unos 18 millones de dólares al año y da empleo a más de 20.000 personas.
El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, viajó a Washington para exigir que se excluyera a la isla de la iniciativa, pero llegó demasiado tarde.
Los legisladores adelantaron inesperadamente la votación y aprobaron el proyecto de ley, que ya recibió el visto bueno en el Senado. Los partidarios de la iniciativa dijeron que era algo que estaba pendiente desde hace tiempo y ayudará a proteger a los animales.
Fuente. El Dia