La entidad cívica calificó de positivo el desempeño del gobierno durante el año 2018, resaltando como puntos luminosos de las ejecutorias gubernamentales,el papel y las transformaciones institucionales llevada a cabo durante todo el año 2018 por el ministerio de educación, tales como el nombramiento por concurso de altos funcionarios, la construcción e incorporación de más de mil nuevas escuelas y politécnicos al sistema, la ampliación de la tanda extendida y formación de más del 80% del personal docente y el otorgamiento de 20 mil becas en el área dela educación; así como extender el Programa República Digital a 150 nuevos centros educativos, entre otros.

Asimismo,destacó las virtudes y resultados del sistema 911, considerándolo  posiblemente como el esfuerzo más trascendente que gobierno alguno haya realizado en materia de seguridad pública, es útil y de capital importancia para el país, incluso saludamos las promesas y puesta en marcha de un plan para replicarlo en toda la geografía nacional.

Con más de 200 de las denominadas visitas sorpresas, diseminadas por todo el y ejecutadas por la administración del presidente Medina, y con una inversión superior a los 34 mil millones de pesos, en proyectos agropecuarios y comunitarios, a través de unas 800 asociaciones y cooperativas, además de la proyección de generar cerca de los 200 mil empleos, con un financiamiento recibido hasta la fecha de más de 6,500 millones de pesos en financiamientos, hacen de este mecanismo una política publica inclusiva, positiva y de impacto en grupos sensibles del pueblo dominicano.

El desempeño y dinámica de la economía dominicana, durante el año estuvo sustentado como es tradición, fundamentalmente por los sectores de las Telecomunicaciones, la Agropecuaria, Minería, Zona Franca, Turismo, Construcción, Remesas y el Comercio, con el espaldarazo y buena noticia servida por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), donde proyecta en su más reciente informe que para final de año 2018, la República Dominicana tendrá un crecimiento del 6,3 % de su PIB,así como superar casi todas las variables del desempeño de la economía con relación al año anterior.

El acontecimiento de mayor relevancia que de seguro marcará el año 2018, lo fue la aprobación y promulgación de la nueva ley 33-18, sobre Partidos, Agrupaciones y Movimientos Políticos, todo ello luego de un proceso sostenido de casi 20 años de discusiones, consensos y disensos, los cuales sirvieron para calibrar y poner a prueba la madurez política. La referida ley constituye un avance sin precedentes en términos políticos, puesto que aun con múltiplex defectos y falencias, no deja de ser el primer esfuerzo serio de dotar al país de un marco general e institucional sobre el quehacer y ejercicio democrático.

Este estudio y evaluación que hoy presentamos también trae en un justo balance, debilidades y males institucionales;a saber es recurrente que los estudios de percepción y sondeos de opinión, ubiquen la seguridad ciudadana como el tema de mayor apremio y preocupación para los dominicanos, además de otros males como la situación económica y en menor medida, pero ya en aumento a nivel de percepción el tema de la corrupción, este último asociado a las debilidades de un sistema de justicia, con baja valoración, el caso ODEBRECHT y el laborantismo cívico de muchos grupos sociales, que hoy mantienen el tema vigente.

Asimismo, los niveles de endeudamiento empiezan a preocupar, desde siempre hemos sostenido que se trata de un círculo vicioso que sumerge a los gobiernos a los gobiernos en una vorágine de préstamos y préstamos para financiar la propia deuda, una espiral que parecería no tener fin, en el constante financiamiento del propio Presupuesto General del Estado, utilizando una cantidad significativa de lo presupuestado para el pago apenas de los intereses, una deuda que amerita de una extrema disciplina fiscal y una planificación a largo plazo, para sortear sin afectar sensiblemente la economía y el desarrollo nacional, en fin una tarea pendiente.

El auge de la delincuencia sumado al aumento del tráfico y consumo de drogas, además de la descabellada e inoportuna propuesta de legalizar las drogas en el país, nos invitan a una reflexión profunda sobre el tema seguridad ciudadana, pasando del diagnóstico, teoría y reacciones coyunturales a un plan concreto de accione y medidas que tiendan a atenuar o conjurar los terribles y dañinos efectos de la delincuencia.

Constituyó un triunfo del pueblo dominicano y una acertada decisión del gobierno, el no firmar ni suscribir en modo alguno los instrumentos de la ONU, sobre las migraciones y los refugiados, los cuales procuran darle un tratamiento general y universal a una situación interna y propia del fuero soberano de los estados, como lo es la política migratoria de cada país.

Hacen pocos días, el país vivió una pesadilla, de la cual aún no se repone, una tragedia de gran dimensión, acaparando incluso la atención de la comunidad internacional, al recibir las condolencias de figuras como el presidente cubano y otros atores internacionales relevantes, se trató de la explosión de la fábrica de plástico conocida como POLYPLAS, donde murieron casi una decena de dominicanos y varios heridos, además de daños incuantificables a viviendas y negocios cercanos a la referida fábrica.

Las investigaciones del siniestro y posterior informe de los bomberos, dan cuenta y testimonian la ausencia y desprecio por el cumplimiento de las más elementales normas prudenciales y de seguridad, que negocios como POLYPLAS deben observar y más preocupante aun el papel de las autoridades en el seguimiento y supervisión de la aplicación de las leyes, llámese industria y comercio, salud pública, medio ambiente, ayuntamiento y defensa civil, con la consiguiente interrogante de que es lo que están haciendo estas instituciones.

Finalmente y como nota al margen queremos hacer la salvedad del tratamiento exiguo que le hemos dado muchos temas, los cuales posteriormente serán abordado con mayor profundidad, como lo referente a la corrupción, donde desde ya en coordinación con instituciones internacionales trabajamos en un diagnostico profundo sobre el particular, inventariando y analizando la falta de una ley que regule el lobby en el país o de una legislación para la protección de testigos que denuncien la corrupción; entre otros, así también lo referente al desempeño jurisdiccional de las altas cortes y en especial de la justicia dominicana conjuntamente con el ministerio público, este último sin dudas que cargado de muchas realizaciones y avances institucionales entre otros retos y escollos por sortear como veremos a partir del 7 de enero, día del Poder Judicial, fecha en que presentaremos los informes y estudios en curso.