El embajador Carlos Trujillo, representante Permanente de EE.UU. ante la OEA, señaló que los esfuerzos del régimen Nicolás Maduro y del gobierno del líder opositor «no pueden ser más distintas; el régimen de Maduro busca la represión y Guaidó busca ayudar a su pueblo».
Dijo estar orgulloso del camino que ha tomado la OEA ante esta crisis y señaló que ante una visita organizada por la embajada colombiana la frontera, con 16 estados miembro, se vieron conmovidos con la situación y «vimos a personas que huían de la represión política y de la crisis humanitaria que se había generado por por parte de las políticas fallidas de Maduro».
Reiteró el apoyo de Estados Unidos como de organizaciones internacionales para apoyar el esfuerzo de países, como Brasil y Colombia, y otros que han acogidos a millones de venezolanos fuera de su país. Y resaltó el anunció del vicepresidente estadounidense Mike Pence de proporcionar 15 millones de dólares más al apoyo para Venezuela. Con este financiamiento, dijo Trujillo, son «más de 52 millones de dólares para ayudar a los países a hacen frente a grupos de venezolanos, la crisis alimenticias y de otras índoles».
«La asistencia humanitaria es una solución temporal a una crisis de esta índole; la solución de esta crisis se encuentra en la democracia», agregó. E instó «a poner presión sobre Venezuela para restaurar la democracia ya».
También resaltó el importante papel que Colombia ha adoptado frente a la crisis para unir a los países. Al respecto, Alejandro Ordoñez Maldonado, representante Permanente de Colombia ante la OEA, dijo que la diferencia entre la corrupción de Venezuela frente a la de otros países es que allí no existe institucionalidad ni sanciones.
«En Venezuela, a lo que se le llama institucionalidad, está al servicio o es un instrumento de la empresa criminal», explicó. «Más de 200 casos de posible corrupción que han permanecido sin castigo, por parte del régimen dictatorial de Maduro», agregó Ordoñez.
El Embajador Gustavo Tarre Briceño, representante del presidente Encargado de Venezuela ante la OEA, dio algunos datos puntuales que describen la crisis en su país.
Dijo que la situación que hoy envuelve a los venezolanos se atribuye a «experimentos sociales perversos y crueles de la historia del planeta; ningún gobierno de Latinoamérica había degradado tanto a la humanidad».
Resaltó que la generación actual de venezolanos es la que menos ha comido proteína desde los tiempos de la colonia, no consumen vegetales pro su altísimo costo, menos educados y la la cifra de deserción escolar más elevada.
Atribuyó el fenómeno también a la falta de transporte y los bajos sueldos de los maestros.
«Se convirtió así en un gigantesco campo de concentración donde cada venezolanos está expuesto a la forma de control estatal y policial de un sistema que trata de doblegar al hombre», agregó el embajador.
A esto, dice, se le suma la ausencia de rendición de cuentas y corrupción porque el régimen «usurpador» otorga la crisis venezolana a la crisis del petróleo y sanciones impuestas a nivel internacional, además del sabotaje del sector privado venezolanos.
No obstante, enfatizó en que «durante las gestiones de Chavez y de Maduro, tuvo lugar una sistemática destrucción del aparato productivo venezolano». «La palabra meritocracia pasó a ser un pecado», agregó.
También señaló que la destrucción de la petrolera estatal PDVSA obedece a la «política económica desacertada» y «pésima gerencia acompañada de casos de corrupción escandalosos».
Enfatizó en que la crisis humanitaria no es reciente y «no es producto de la causalidad»; sin embargo, aclaró que saben que la ayuda humanitaria es momentánea y puntual, pero que el objetivo del presidente encargado Juan Guaidó y su gobierno es lograr el cese de la usurpación y lograr pronto las elecciones democráticas. Y que el gobierno de la comunidad internacional también se necesitará cuando Venezuela esté en camino del desarrollo y el progreso.
En la audiencia que inició cerca de las 10:00 a.m. testigos comenzaron a presentar sus evidencias y testimonios a un panel de expertos.
Michael Kozak, representante de la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo del Departamento de Estado estadounidense se refirió a los incidentes ocurridos a partir del 23 de febrero, cuando los venezolanos liderados por Guaidó intentaron sin éxito entrar la ayuda humanitaria almacenada en Colombia, Brasil y Curazao.
«Los que apoyan a Maduro han robado miles de millones dólares de ingresos por producción petrolera (…) El gobierno directamente controla el suministro de alimentos que recibe la mayoría de la población por los programas Claps. En vez de alimentar al pueblo, el militar ha robado mucha comida, la que ha vendido en el mercado negro», dijo Kosak a la audiencia.
«Sin lealtad al régimen no hay posibilidad de acceder a la comida», enfatizó.
Explicó que el 90% de los venezolanos tiene problemas para acceder a los alimentos y el 75% de los venezolanos ha perdido peso corporal.
El presidente en disputa Nicolás Maduro no admite la ayuda, ni que existe una crisis humantaria como asegura Guaidó. Los incidentes del pasado fin de semana en puntos fronterizos con Colombia y Brasil dejaron al menos cuatro muertos y decenas de heridos y detenidos.
«Esta es una cleptocracia rapaz que no tiene límite alguno. Vamos a seguir usando las herramientas políticas y económicas para acabar con esta cleptocracia», dijo en la apertura de la audienicia Marshall Billingslea, subsecretario del departamento del Tesoro de EE.UU.
«Vamos a perseguir a todos aquellos que han participado en estas atrocidades», agregó.
Poco antes de que comenzara la audiencia de la OEA el viernes, la vicepresidenta del gobierno en disputa de Venezuela, Delcy Rodríguez, dijo durante una visita en Rusia que Maduro ordenó trasladar a Moscú la oficina europea de la petrolera estatal PDVSA.
Los diplomáticos estadounidenses presentes en la OEA aludieron a las sanciones estadounidenses anunciados el viernes contra seis funcionarios de las fuerzas de seguridad de Venezuela que estuvieron habrían controlado a grupos que participaron en los actos del fin de semana para impedir la entrada de ayuda humanitaria.
«Estamos sancionando a los miembros de las fuerzas de seguridad de Maduro en respuesta a la represión violenta, las trágicas muertes y el incendio innecesario de alimentos y medicinas destinados a venezolanos enfermos y hambrientos», dijo el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.
Entre los sancionados están los jefes de la Policía Nacional en el fronterizo estado Táchira, de la Guardia Nacional y las Fuerzas de Acciones Especiales de la policía, además de jefes militares de zonas fronterizas con Brasil y Colombia.
La medida del viernes es la segunda esta semana tras sancionar el lunes a cuatro gobernadores aliados de Maduro. Washington también pidió a los aliados que congelen los activos de la petrolera estatal PDVSA.
Las sanciones bloquean cualquier activo que los individuos controlen en Estados Unidos y prohíben que las entidades locales que realicen transacciones comerciales o financieras con ellos.
Esta decisión busca fortalecer los lazos entre ambas naciones, en el marco de una política exterior que favorece la integración regional
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