Victoria’s Secret ha perdido tanto terreno frente a otras marcas de ropa íntima femenina que está planeando cerrar 53 tiendas este año alrededor de Estados Unidos.

Las ventas en las tiendas cayeron al menos 7% durante el último trimestre, admitió la compañía matriz “L Brands”. La otra marca insignia del grupo, “Bath and Body Works”, tuvo un buen desempeño.

La economía es fuerte, pero Victoria’s Secret no se ha adaptado a la demanda de los consumidores de sujetadores más personalizados y mensajes y anuncios inclusivos, según Pix11.

Aunque las tendencias de mercadeo en lencería han cambiado, Victoria’s Secret se ha mantenido en su mayoría en el mismo libro de jugadas que lo ayudó a dominar la industria: los sostenes push-up y los modelos de celebridades.

Además, Victoria’s Secret se basó en grandes promociones para atraer clientes a sus tiendas durante los días festivos, tipos de descuentos que generalmente dañan los márgenes de ganancia. El director ejecutivo de “L Brands”, Stuart Burgdoefer, dijo que la compañía ha sido “más promocional de lo que nos gustaría en los últimos años”.

En noviembre, el CEO de Victoria’s Secret renunció. En diciembre, su desfile anual de modas se hundió en las peores calificaciones. La compañía cerró 30 tiendas el año pasado, mientras intentaba escapar de centros comerciales débiles.

Según los cálculos de Neil Saunders, analista de GlobalData Retail, la compañía ha perdido 3.8 millones de clientes en los últimos dos años ante rivales como Amazon y American Eagle’s Aerie.

También el pronóstico de “L Brands” para 2019 ya decepcionó a Wall Street, al caer sus acciones 7% en las primeras operaciones de ayer jueves. Se ha desplomado más del 40% el último año.