Un hombre armado mató al menos a tres personas e hirió a otras 15 antes de ser abatido por la policía en el popular Festival del Ajo de Gilroy, en el norte de California. Muchos huyeron de la escena.
Para evadir la seguridad del lugar el atacante abrió un hueco en una cerca. Portaba un fusil y había entrado clandestinamente atravesando el aparcamiento que estaba junto a un arroyo, explicó el jefe de policía de Gilroy, Scot Smithee.
Parecía disparar al azar cuando abrió fuego poco después de las 17:30 el domingo, al final de un festival de tres días que atrae a más de 100.000 personas a la localidad.
Smithee dijo que las fuerzas policiales llegaron al sitio en un minuto. El sospechoso resultó muerto en el enfrentamiento con agentes de la policía.
Una segunda persona, «estuvo involucrada de alguna manera, simplemente no sabemos de qué manera», dijo Smithee el domingo.
«No tenemos idea de un motivo», agregó.
La escena en el festival era «una pesadilla que uno confía en no vivir nunca», dijo Smithee.
Los heridos fueron trasladados a varios hospitales y su estado iba desde leve a crítico. Algunos fueron operados por la noche, mientras que al menos cinco fueron atendidos y dados de alta.
Las imágenes aéreas mostraron que los terrenos del festival aparentemente estaban desiertos, pero permanecían muchos vehículos de emergencia y policías en las calles circundantes y policías con equipos a prueba de balas.
«Es increíblemente triste y desalentador que en un evento que hace mucho bien a la comunidad haya tenido que sufrir una tragedia como esta», dijo Smithee.
El Festival del Ajo de Gilroy incluye comida, competiciones de cocina y música. Es una cita con décadas de tradición en la localidad agrícola de 50.000 habitantes, situada 176 kilómetros (unas 80 millas) al sureste de San Francisco. Suele ser una celebración tranquila para familias. Hay mucha seguridad, con detectores de metales y registros de bolsas a la entrada.
El grupo Tin Man acababa de iniciar su concierto el domingo por la tarde cuando comenzaron los disparos.
El cantante, Jack van Breen, dijo haber visto a un hombre con una camisa verde y un pañuelo grisáceo en el cuello disparando a la zona de puestos de comida con lo que parecía un fusil de asalto.
El público empezó a gritar y correr, mientras los miembros de la banda se guarnecían bajo el escenario. El cantante, de la vecina Santa Clara, dijo haber oído a alguien gritar “¿Por qué haces esto?” y la respuesta “Porque estoy muy enfadado”.
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