WASHINGTON D.C.- La Voz de América conversó con Elliott Abrams, el enviado especial de la Casa Blanca para Venezuela sobre lo que ha pasado en los seis meses desde que Juan Guaidó fue nombrado presidente interino por la Asambles Nacional. El diplomático, quien también trabajó para los gobiernos de Ronald Reagan y George H.W. Bush, achacó a la asistencia de Cuba y Rusia que Maduro todavía esté en el poder.
Sin el apoyo cubano, el gobierno del presidente en disputa de Venezuela, Nicolás Maduro, no habría sobrevivido hasta ahora, aseguró Abrams. Y para él, Cuba es “el sistema nervioso central del régimen”.
“Hay miles de cubanos, agentes de inteligencia, en todos los órganos del régimen y en el Palacio Miraflores y creo que no habría sobrevivido sin los cubanos”, dijo Abrams. El diplomático calificó la política de EE.UU. contra Venezuela de exitosa y reiteró que el gobierno del presidente Donald Trump seguirá con su estrategia de “presión diplomática y económica” contra Venezuela.
El enviado especial afirmó que, de no haber sido por la presencia de militares y espías cubanos en Venezuela, el ejército habría apoyado al presidente interino, Juan Guaidó, el 30 de abril, durante un alzamiento con la intención de derrocar a Maduro.
“Están [los cubanos] haciendo espionaje contra los generales para evitar golpes de estado”, sentenció Abrams. Según él, los generales venezolanos saben que, si piensan en generar un cambio de gobierno, el resultado sería “semanas y meses de tortura y después muerte”.
Hace seis meses, la crisis política en Venezuela alcanzó un punto de inflexión cuando Guaidó, fue declarado presidente interino del país. Más de 50 naciones lo reconocieron como el mandatario encargado, legítimo, del país. Esto fue un paso más en la campaña de presión sobre el presidente en disputa, Nicolás Maduro. Seis meses después y con un alzamiento militar de por medio, Venezuela no ha visto un cambio de poder.
No obstante, el enviado especial reiteró el mensaje de la administración Trump que, frente a Venezuela, no se descarta la opción militar. “Nunca queremos usar nuestras fuerzas militares, pero yo diría que el presidente tiene sus opciones, es imposible decir que el presidente nunca utilizará fuerza”, dijo el enviado especial.
Abrams puso el ejemplo de Panamá: “si usted le hubiera dicho a George H.W. Bush en el año 88 ‘usted va una invadir de Panamá’, él había dicho ‘usted está loco, pero bueno, pasó”. A finales del 1989, EE.UU. lideró un operativo militar, en el país centroamericano, que acabó con la dictadura militar de Manuel Noriega.
«Es imposible decir que el presidente nunca utilizará fuerza».
Sin embargo, matizó que “el problema de Venezuela es más grande porque el país es más grande, entonces es más complicado” pero “lo que es fundamental es que un presidente siempre quiere muchas opciones militares”.
Además del papel del apoyo cubano en Venezuela, Abrams también enfatizó la importancia de la influencia rusa en el país. Haciendo referencia al incidente del fin de semana, en el que dos aviones caza de fabricación rusa pusieron “en riesgo” a la tripulación de una aeronave estadounidense, el enviado especial lanzó una advertencia a Rusia.
“El avión fue un avión ruso. Ellos están jugando un papel peligroso aquí, en un área del mundo, el hemisferio occidental” donde EE.UU. tiene “más fuerza disponible”, recalcó Abrams. “¿Qué hubiera pasado si norteamericanos hubiera muerto? Espero que piensen dos, tres y cuatro veces, porque ellos no quieren ver la respuesta a esa pregunta”, advirtió.
Tres meses después del alzamiento en Venezuela y con Maduro aún en el poder, Abrams dice no temer que exista desunión dentro de la oposición. “Estamos en julio y el nivel de unidad es impresionante. «El liderazgo de Guaidó es reconocido por el 99% de ellos”, dijo el enviado especial.
La decisión del presidente interino de retomar el diálogo con una delegación de Maduro, en Barbados, no obstante, ha generado críticas por parte de algunos sectores de la oposición, incluyendo figuras como María Corina Machado y Henrique Capriles.
Para Abrams, Guaidó tomó una decisión “muy inteligente” a la hora de “utilizar todos los senderos posibles para dar fin a la crisis de su país”. Sin embargo, aclaró que la postura de EE.UU. se mantiene en que no puede haber elecciones con Maduro aún en el poder.
«El liderazgo de Juan Guaidó es reconocido por el 99%» de la oposición.
“Si Maduro está en el Palacio Miraflores con el ejército, el DGCIM, el SEBIN, la Guardia Nacional, los colectivos (…) no podrían ser elecciones libres”, dijo Abrams. También reiteró que EE.UU. no levantará las sanciones si Maduro sigue siendo presidente en disputa de Venezuela, incluso si se llegara a un acuerdo entre la oposición y el gobierno de Maduro para convocar a elecciones.
Abrams, entre tanto, dijo que es “casi imposible” que EE.UU. le retire su apoyo a Guaidó. Entre risas, el enviado especial afirmó que el único escenario donde eso podría suceder, sería si el líder venezolano “decide apoyar a Nicolás Maduro”.
“Pero, en el mundo real no vamos a hacerlo”, dijo Abrams.
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