Las olas de calor que asolaron a Francia este verano dejaron unas 1,500 personas muertas, según el ministro de salud de la nación europea.

Según ABC News, Agnes Buzyn, hematóloga y profesora en Francia, explicó el domingo que hubo alrededor de 1,000 muertes más de lo normal durante los meses de verano, con la mitad de los fallecidos de 75 años o más. En total, dijo que hubo 18 días excepcionalmente calurosos registrados en Francia durante junio y julio.

Aunque el número de muertes fue alto, Buzyn también señaló que fue mucho más bajo que las 15,000 muertes que ocurrieron durante la abrasadora ola de calor del verano en 2003. El ministro atribuyó la cifra más baja de muertes en 2019 a una exitosa campaña de concientización pública.

«Hemos logrado, gracias a la prevención, gracias a mensajes viables que la población francesa prestó atención, reducir las muertes en un factor de 10«, dijo, según Associated Press.

París, la capital francesa, experimentó el día más caluroso jamás registrado en julio, con una temperatura que se elevó por encima de 108 grados Fahrenheit. El registro anterior, documentado en 1947, tenía poco menos de 105 grados.

En otras partes de Europa, varios países registraron temperaturas de verano excepcionalmente cálidas cuando los científicos señalaron el creciente impacto global del cambio climático.

En Alemania, la temperatura casi alcanzó los 107 y en los Países Bajos superó por poco los 105 en julio. En Bélgica, la temperatura se elevó por encima de 104, que también fue un nuevo récord. De hecho, los tres países rompieron sus récords de temperatura más calientes jamás registrados dos veces en 24 horas, informó el periódico británico The Guardian en ese momento.