En la madrugada del viernes 31 de enero Catriel Gómez volvía a su casa después de salir con amigos. Hizo lo que acostumbraba: entró a su pieza, dejó el teléfono cargando y se quedó dormido con él en la cama. A las 8 de la mañana un ardor tremendo en la axila lo despertó, el dolor le recorrió todo el torso. “Me desperté y estaba en llamas”, dice.
El colchón empezó a incendiarse y él, de la impresión, soltó un grito que sacudió a toda la casa. “Salí disparado al baño, que está al lado de la pieza”. Su hermano menor, con quien comparte la habitación, lo auxilió y, tras varios intentos, pudo apagar el fuego del colchón, que quedó chamuscado e inservible.Newsletters Clarín Lo que tenés que saber hoy
Catriel se pasó agua fría por el torso, quería aliviar el ardor. ¿De dónde venía el fuego? ¿Qué había pasado? Mientras estaba en el baño “pasaron unos minutos, pero no aguantaba el dolor”, confiesa.
Volvió a su habitación y vio su Motorola E5 Play derretido, el teléfono se había prendido fuego. En medio del alboroto y la preocupación de sus familiares, un vecino lo llevó hasta el Hospital Municipal La Falda. Antes de las 9 de la mañana los médicos y enfermeras de la guardia atendieron un caso rarísimo por primera vez: una quemadura causada por un cortocircuito en un celular.
El doctor Lucas Viotto, director de la entidad, comentó a Clarín sobre el estado del joven: “Él tenía el celular sobre el pecho, por lo que presentó quemaduras de grado 2 en la región del tronco y abdomen del lado derecho, al igual que en las piernas”. El lugar donde sufrió más daños fue en la axila derecha.
“Me trataron muy bien. Me limpiaron con unas gasas, con suero y me colocaron una pomada especial para las quemaduras. Habré estado… una hora o un poco más”, recuerda Gómez. Le vendaron todas las heridas y así pudo salir, porque explica que “no podía estar al sol”.
Pese a las lesiones, Viotto informó que Catriel ingresó al hospital completamente consciente, por sus propios medios y con los signos vitales normales, aunque sí estaba “en estado de ansiedad, producto de lo ocurrido. Él lo que manifiesta es que sintió ´como si le hubiesen prendido un soplete´, imagínese”.
Catriel Gómez, el joven cordobés de 22 años que sufrió quemaduras porque su celular se prendió fuego. (Cortesía: Catriel Gómez).
Cuando estuvo de vuelta en su casa, todavía “shockeado” por la experiencia, Gómez escribió en su página de Facebook sobre el accidente y admitió que pensó que esto no pasaba. Quiso que esto sirviera como advertencia para sus contactos y amigos.
La publicación duró poco tiempo: “Me hackearon el Facebook, no sé, lo recuperé por mi cuenta de Google pero entré y la publicación no estaba más. Tengo todo lo demás”. Hasta el día de hoy algunos de sus amigos le confiesan que no lo podían creer. “Pensaban que los estaba cargando”, dice.
Catriel es mecánico, puede mencionar modelos de motocicletas de memoria, y aunque tuvo algunas ahora prefiere ahorrar para un auto. El torso, la axila y los muslos le molestan, “a veces como que me tira la piel, está cicatrizando y está más seca”, pero lo que más le incomoda, dice, es no poder trabajar. Todo su lado derecho está sentido. “Por ahí estoy bien, pero levanto la cuchara para comer y arde o la ropa me molesta un poco”. Catriel es diestro.
Gómez es el mayor de cinco hermanos, dos chicos y dos chicas, con quienes vive junto a su mamá. Hace dos años fue padre y cuando habla de su nene la voz se le llena de orgullo. La madre de su hijo y él no están juntos pero se llevan bien.
Catriel Gómez dos meses antes del accidente junto a su nene de 2 años. (Cortesía: Catriel Gómez)
El celular lo había comprado a crédito hacía menos de un año y todavía está pagándolo en cuotas. Ahora un amigo le prestó un teléfono con el que puede comunicarse y cuando tiene que enchufarlo para cargarlo todavía lo piensa un poco. En su casa, todos están atentos cuando tienen que conectar los suyos.
Por el tipo de lesiones que sufrió el joven, Viotto estima que su recuperación total tardará poco más de 30 días. Mientras tanto, él se cambia las vendas a diario y se aplica una pomada especial para quemaduras.
Aún no está claro si el accidente ocurrido se debió a algún defecto de fábrica del celular. Catriel asegura que tanto el cable como el cargador eran originales y tenían menos de un año de uso. También negó que hubiese cortes eléctricos esas horas, el único aparato eléctrico que entró en combustión fue su celular. No ha decidido si tomará acciones legales contra la compañía, desde donde aseguran que han tratado de comunicarse con él.
Así quedó el Motorola E5 Play después de la combustión. La empresa quiere peritarlo.
Aunque casos como el de Catriel rara vez ocurren, Samsung también estuvo envuelto en una polémica con uno de sus equipos. En octubre de 2016, retiró del mercado su modelo Samsung Note 7, luego de varias denuncias de usuarios por problemas de ignición instantánea y sobrecalentamiento en la batería. La compañía aseguró posteriormente que se debió a un error de fábrica y diseño.
En la localidad de La Falda ahora todos son más precavidos, “por las dudas”, porque el caso de Catriel “parece increíble, pero pasa”, dicen.
Redacción. – Una gran cantidad de peces muertos aparecieron en la orilla de la playa Chinchorro, en la región de Arica y Parinacota, en Chile, generando asombro y preocupación entre los habitantes y visitantes del lugar. Desde el Instituto de Fomento Pesquero del citado país señalaron que una posible causa podría ser una baja de oxígeno en las aguas […]
Un estudiante de 17 años abrió fuego el miércoles por la mañana en la cafetería de la Escuela Secundaria Antioch, en Nashville, Tennessee, matando a una alumna e hiriendo a otro estudiante antes de suicidarse con la misma arma. El tiroteo escolar ocurrió poco después de las 11:00 a. m. (hora local), según la Policía Metropolitana de Nashville. La escuela fue cerrada […]
Redacción. – Un nuevo incendio forestal se desató al norte de Los Ángeles este miércoles, obligando a las autoridades a emitir miles de órdenes de evacuación en la costa oeste de Estados Unidos, acechada durante dos semanas por voraces llamaradas. El llamado «incendio Hughes» avanza descontrolado en las colinas próximas al lago Castaic, a unos 60 kilómetros de Los Ángeles, […]