SEÚL, Corea del Sur.- Las principales agrupaciones empresariales surcoreanas enviaron hoy una carta a la oficina presidencial pidiendo la salida de prisión del líder de Samsung, Lee Jae-yong, para proteger la economía en un momento marcado por la escasez global de chips, principal industria nacional.
Los cinco grupos de presión -la Cámara de Comercio e Industria, la Federación de Empresas, la Federación de PYMEs, la Asociación de Comercio Internacional y la Federación de Empresas del Mercado Intermedio- anunciaron su petición en un escrito.
«Nuestra industria de semiconductores encara nuevos riesgos y una situación desafiante», explica el comunicado conjunto recogido por la agencia Yonhap.
«Si sufrimos un retraso con respecto a las decisiones comerciales y de inversión debido a la ausencia de un líder que necesita supervisar la administración de la empresa en medio de la feroz competencia de la industria de chips, el país puede perder su estatus como número 1 en uno solo día».
Lee Jae-yong fue condenado a dos años y medio de prisión el pasado enero en la repetición del juicio por el caso de sobornos que involucraba a la ex presidenta surcoreana Park Geun-hye, en prisión desde 2017.
Sin embargo, dado que Lee ya pasó un año en la cárcel durante el primer procedimiento -que tuvo que repetirse debido a que no se había incluido una partida determinada de pagos millonarios- se prevé que salga de prisión en julio del año próximo.
Corea del Sur es la primera potencia mundial en semiconductores, con Samsung Electronics como mayor productor global de chips de memoria y segundo, por detrás de la taiwanesa TSMC, a la hora de operar «fundidoras» para fabricar circuitos integrados.
Estos productos suponen casi el 20 % del músculo exportador surcoreano, pilar clave de su producto interior bruto.
Ante la actual escasez global en el suministro de semiconductores varios sectores del país han hecho un llamamiento para que se libere a Lee en un momento en que se teme que las inversiones de capital de empresas de China o EE.UU. puedan acabar quitándole el trono a Corea del Sur.
Incluso la mayor orden budista del país, la Jogye, envió una carta al Gobierno a principio de abril pidiendo su salida de la cárcel. EFE