En abril pasado la Legislatura del Estado de Nueva York escuchó el clamor de miles de inquilinos con meses enteros de arriendos atrasados, quienes pedían que el Gobierno les pagara sus rentas adeudadas para no ser desalojados de sus hogares, y no terminar en la calle.
Tras una larga campaña, promovida por organizaciones comunitarias, y de la mano de líderes políticos, como el senador Brian Kavanagh, se dio luz verde al Programa de Asistencia de Emergencia para el Alquiler (ERAP), que aprobó el uso de $2,300 millones de fondos federales y $100 millones estatales para pagar a los caseros las rentas adeudadas por más de 1 millón de inquilinos, hasta por un período máximo de 12 meses.
La responsabilidad de manejar el programa se le asignó a la Oficina de Asistencia Temporal y por Discapacidad (OTDA), y mientras esa agencia ultima detalles para abrir el proceso de recepción de aplicaciones de ayuda en las próximas semanas, se conoció que además de los inquilinos de apartamentos, aquellas personas que viven en casas compartidas o incluso en habitaciones individuales, también pueden solicitar los alivios para que el Estado pague sus deudas de arriendo.
Así lo explicó la abogada Jennie Stephens-Romero, de la organización Make the Road NY (MRNY), quien advirtió que el programa de alivios de pago de alquileres está diseñado para ayudar a inquilinos de cualquier tipo de unidad de vivienda en el estado de Nueva York, que no hayan podido pagar sus rentas debido a la crisis del COVID, sin importar su estatus migratorio.
Si no hay un contrato de por medio, como ocurre en la renta de muchos cuartos en la ciudad, donde suelen hacerse arreglos de palabra, ni recibos de pagos, el inquilino deberá presentar una declaración juramentada bajo pena de perjurio, donde certifique que vive en la habitación por la cual está reclamando la ayuda. cabe advertir que aunque los fondos son para cubrir las deudas de los arrendatarios, los inquilinos no recibirán esos dineros de manera directa, sino que se se entregarán a los caseros afectados por el no pago por el uso de sus inmuebles, a través de sus cuentas bancarias.
“El inquilino del cuarto, al igual que los de apartamentos y casas, no tienen necesariamente que tener un contrato vigente, se puede mostrar un recibo de pago, expedientes escolares, estados de cuenta de banco o una declaración donde se hable de dónde vive, y se mencione el valor de la renta de cada mes y los meses que debe”, explicó la abogada Stephen-Romero, advirtiendo que una vez el casero acepta el pago del Estado, se compromete a no desalojar al inquilino por un año, y a no subirle el costo de alquiler por el mismo período de tiempo.
Y aunque la abogada recalcó que aquellos neoyorquinos que viven en habitaciones están cubiertos por la moratoria de desalojos, que prohíbe que puedan ser sacados de sus espacios de vivienda hasta el próximo mes de agosto, y también están contemplados para beneficiarse con la cancelación del monto adeudado de sus rentas, hay muchas dudas todavía, por el lado de quién recibirá ese dinero en esos casos particulares de subarriendo: si el encargado del contrato o el propietario del inmueble.
“Todavía no han dicho si esa deuda del inquilino en el caso de los cuartos se pagaría al inquilino que subarrienda o al dueño de la propiedad. Entiendo que hay muchas personas que están en esa situación, pero la agencia está usando la palabra ‘propietario o dueño de propiedad’ al hablar de los alivios”, comentó la experta legal de Make the Road.
“Tenemos muchas dudas todavía, y aunque esperamos tener más respuestas pronto, sobre el tema de los subinquilinos que alquilan un cuarto, lo que ya sabemos claramente es que sí pueden aplicar por esta asistencia para pagar su deuda de rentas, pero, insisto, no sabemos si ese dinero va a ir al inquilino que les está rentando, o al dueño”, agregó.
Juan Vargas, de 33 años, quien antes de la pandemia trabajaba como ‘busboy’ en un restaurante de Manhattan, es uno de los miles de inquilinos que viven en cuartos subarrendados por arrendatarios de Nueva York que, rentando parte de sus viviendas pueden cubrir el costo de alquiler mensual, que según promedios de la Ciudad oscilan entre $1760, si son estudios, hasta $2,598 y más, si son unidades de 3 habitaciones.
El mexicano asegura que las cosas con su arrendador se han puesto “color de hormiga”, pues le debe 8 meses de rentas atrasadas por un cuarto pequeño en un apartamento de 2 habitaciones de Jackson Heights, Queens.
“El que me renta, cada semana sale a pedirme que le de lo que le debo, que son casi $6,000, y la verdad yo lo entiendo, porque él ha tenido que pagar la renta completa del apartamento al casero, asumiendo mi deuda. Lo he puesto a parir chayotes, pero espero que abran rápido las aplicaciones para que él reciba el dinero que debo”, comentó el inmigrante, quien teme que si su subarrendador no recibe beneficios del programa, lo desaloje. “Si no le llegaran a pagar él, sino al dueño del edificio, eso sería muy grave, porque no me serviría a mí en nada ni tampoco a él, y en ese caso me podría sacar”.
Agustina Vélez, madre de dos niños de 13 y 6 años, quien vive en un estudio en una casa privada en Corona, Queens, también confiesa tener el “Jesús en la boca”, pues teme que si el programa de ayuda a inquilinos comienza a poner límites y requisitos burocráticos, ella pueda terminar quedándose sin hogar.
“A Nosotros, por vivir ahí con mis hijos y mi esposo nos cobran $1,400. Es una casa privada, pero el problema es que el dueño, no da contrato ni nada, y aunque me han dicho que vamos a poder aplicar con una carta que él nos puede hacer, él quiere su dinero de las rentas que debemos, pero tampoco está muy seguro de hacer la carta, porque dice que no sabe si eso lo puede perjudicar”, comenta la madre mexicana. “Por eso ahora lo que más urge es que abran ya el proceso de aplicaciones para saber cómo podemos pelear por esas ayudas y no terminar desalojados”.
Vélez, quien vive en Nueva York hace 15 años, confiesa que además de la incertidumbre en que ha vivido junto a su familia en los últimos meses desde que tanto ella como su esposo perdieron sus trabajos, se siente mal consigo misma porque nunca antes había debido un solo día de alquiler.
“Yo quiero que el Estado pague rápido esas rentas que debemos para quitarnos un peso de encima. Nosotros debemos como seis meses, pero hay gente que debe 10 meses y hasta un año y uno no se siente bien así”, dijo la madre de familia. “Mi miedo es que el casero no acepte hacer el trámite y nos termine desalojando, pues si me sacan, qué voy a hacer en la calle con dos niños. Uno se siente preocupado, angustiado y con mucho estrés, hasta el punto que hay días que me dan ganas de salir y no regresar, perderme en el limbo, pero también tengo fe en Dios en que nos van a ayudar a ponernos al corriente”.
La abogada Jennie Stephens-Romero, quien anticipó que organizaciones como la suya, MRNY, están recibiendo entrenamientos por parte de OTDA para poder ayudar a los inquilinos morosos a tramitar las ayudas de renta, dijo que esa agencia estatal no compartirá información de los aplicantes con autoridades federales ni con Inmigración.
Asimismo, explicó que una vez el inquilino inicia el proceso para solicitar el pago de sus rentas adeudadas, la agencia se comunicará con el casero, quien tendrá 180 días para aceptar el pago de los fondos, que no podrá superar el 125% del valor promedio de las rentas en la ciudad. Si los acepta, no podrá desalojar a los arrendatarios.
Lucas Sánchez, subdirector de la organización New York Communities for Change, criticó a la OTDA por no acelerar el proceso para que los más de 1.3 millones de inquilinos que se estima en el estado de Nueva York adeudan rentas, puedan empezar a aplicar, entre ellos miles que rentan cuartos, y exigió acciones inmediatas.
“Esta agencia tiene a mucha gente en vilo, y es urgente que el Estado comience a repartir los fondos, porque el problema es que estamos trabajando con una fecha límite, pues si a finales de septiembre no han repartido ese dinero federal a los caseros, el Estado tiene que devolverlo, dejando a muchos inquilinos y caseros desprotegidos”, dijo el activista. “El problema es que la OTDA va muy lento en sus cosas y es sumamente preocupante, porque puede pasar lo del año pasado, que había $100 millones en fondos de ayuda a inquilinos, y tuvieron que regresar más de la mitad del dinero al gobierno federal porque no se usó”.
Sánchez, quien también ha asistido a las jornadas de entrenamientos que la OTDA está realizando por estos días sobre el programa, dijo que otro inconveniente es que no hay claridad sobre muchos temas e interrogantes que tienen muchos inquilinos.
“Salimos con más preguntas y menos respuestas y las aplicaciones siguen sin estar listas, cuando hay mucha gente que sigue sin empleo y hay caseros a los que se les deben miles de dólares. Están diciendo que van a empezar a finales de mayor. Ojalá se muevan, pero mientras tanto, lo más importante es que nuestra comunidad inmigrante se sume al movimiento de los inquilinos”, comentó el líder comunitario.
El senador Brian Kavanagh, presidente del Comité de Vivienda del Senado y promotor de la ley del fondo de ayuda de pago de rentas de inquilinos, se ha mostrado esperanzado en que este plan ayude a la mayoría de morosos a seguir en sus habitaciones y apartamentos, y a los caseros a recuperar las rentas adeudadas.
Asimismo mencionó que a diferencia de la “Ley de alivio de alquiler de emergencia” del año pasado, que no fue suficiente y que se entregó en menos del 50%, este fondo es más generoso y más amplio.
“El último programa se realizó al comienzo de la pandemia y no había una buena idea de quién sería elegible, y había dinero muy limitado, alrededor de $ 100 millones”, dijo el senador.
La Oficina de Asistencia Temporal y por Discapacidad (OTDA), advirtió que en el caso de los inquilinos que tienen rentas atrasadas por los cuartos donde viven deberán demostrar que están subarrendando, ya sea con una carta del arrendatario o del propietario.
Sobre las quejas de que están operando con mucha lentitud, al no haber abierto todavía el proceso para aplicar, la OTDA se denfendió.
“La OTDA está trabajando diligentemente hacia el lanzamiento del Programa de asistencia de alquiler de emergencia para brindar ayuda fundamental a los neoyorquinos que más la necesitan y los inquilinos pueden comenzar el proceso ahora, reuniendo materiales, basados en la información que ya estamos brindando sobre este importante programa en nuestro sitio web”, aseguró Justin Mason, vocero de la agencia. “Estamos ansiosos por lanzar el programa pronto y anticipamos hacer un anuncio sobre cuándo las personas podrán postularse en un futuro cercano”.
Datos del Programa de Asistencia de Emergencia de Alquileres
Valores que se tomarán en cuenta para pagar rentas atrasadas
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