Perder los estribos arriba de un avión podría salir muy caro. Y para muestra de eso esta el caso de un pasajero de una aerolínea que intentó abrir la puerta de la cabina y golpeó a un asistente de vuelo dos veces en el rostro.
Por este comportamiento violento, la persona se está enfrentando a una multa de $52,500 dólares, impuesta por la Administración Federal de Aviación de EE.UU. (FAA, por sus siglas en inglés), lo que sería la multa más grande que se ha aplicado en lo que va del año.
El pasajero estaba viajando en un vuelo de Delta Airlines el 23 de diciembre, viajando desde Honolulu a Seattle, cuando ocurrió el altercado en donde intentó abrir la cabina y golpeó al asistente de vuelo.
Los asistentes de vuelo y otro pasajero que intervino lograron colocarle esposas de plástico al rebelde pasajero, pero luego logró liberarse y golpeó al asistente de vuelo en la cara por segunda vez.
La FAA dijo que la policía abordó el avión después de que aterrizó en Seattle y detuvo al pasajero.
“La ley federal prohíbe interferir con la tripulación de la aeronave o agredir físicamente o amenazar con agredir físicamente a la tripulación de la aeronave o a cualquier otra persona en una aeronave”, dijo la agencia en un comunicado.
La razón por la que inició el altercado aún no ha sido revelada.
La FAA también dio a conocer que otro pasajero fue multado con $27,000 dólares. En este caso, la persona viajaba en un vuelo de Southwest Airlines del 1 de enero de 2020 de Phoenix a Chicago.
La FAA dice que, después de sentarse en su lugar, el pasajero comenzó a gritar y a golpear con las manos el asiento delante de él, lo que molestó a los pasajeros cercanos.
Por si fuera poco, a mitad del vuelo gritó que iba a matar a alguien y que tenía con él una bomba con la cual estallaría el avión.
Ante este comportamiento, los asistentes de vuelo tuvieron que reubicar a los pasajeros cercanos a él y el capitán del avión tuvo que desviar el vuelo a Oklahoma City. Al aterrizar en esta ciudad, el revoltoso pasajero fue detenido por la policía.
Cabe señalar que actualmente la FAA está aplicando una política de cero tolerancia respecto a los pasajeros que causan disturbios en vuelos o para los que no obedecen las instrucciones de los asistentes de vuelo.