“Algunos de los residentes dicen que la situación actual es tan grave que no saben si podrán sobrevivir al próximo invierno. (…) Decirnos que aguantemos las penurias hasta 2025 es lo mismo que decirnos que nos muramos de hambre”, lamentó la misma fuente.

Ya en junio pasado, el dictador de Corea del Norte, Kim Jong-Un, admitió que su país se enfrentaba a la escasez de alimentos debido al impacto de un tifón y las inundaciones del año previo, según reportó la CNN. Pocos meses antes, Kim ya había advertido a los norcoreanos sobre una crisis potencial inminente.

En la reunión plenaria del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte, el gobernante aseguró que su nación estaba experimentando una “situación alimentaria tensa”, según la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA).

No obstante, Kim no reveló la magnitud de la escasez, que parece ser grave, indicó CNN.

Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) también encendió las alarmas cuando informó, en junio, que Corea del Norte planeaba oficialmente importar solo alrededor de una quinta parte de los alimentos que necesitaba para evitar la escasez interna.

Ya en el octavo congreso del Partido de los Trabajadores de Corea, en enero de 2021, Kim había anunciado el plan para reducir gradualmente la dependencia de las importaciones de otras naciones.

Luego, en abril de este año las autoridades pidieron a la población que se preparara para una situación de emergencia peor que la vivida entre 1994 y 1998, cuando hubo una hambruna que mató a millones de personas, recuerda Infobae.

Finalmente, en julio el Comité Central del Partido ordenó a los ciudadanos cultivar su propia comida, preparándose para una escasez de alimentos que podría durar unos tres años.