Según medios locales, las autoridades indagan si Declan Haughney, sobrino del muerto, y un amigo llevaron el cuerpo de Peadar Doyle a una oficina de correos de Carlow, para recoger el dinero de su pensión mensual.
El amigo, identificado como Gareth Coakley, declaró al periódico Sunday World que el señor Doyle «estaba vivo cuando salieron de la casa».
Los dos hombres habían preguntado previamente a empleados de la oficina si podían cobrar la pensión en su lugar, afirmando que Doyle estaba enfermo, pero les dijeron que no.
«Tuvimos que levantarlo y llevarlo a la oficina de correos, pero no tuvo la oportunidad de reclamar su dinero», afirmó el amigo, negando rotundamente que la muerte hubiera ocurrido con antelación.
«Probablemente murió en la oficina de correos, creo que se desplomó hacia donde está la máquina con los helados», anotó.
El examen post mortem del fallecido, que tenía 66 años, descartó que haya muerto en «circunstancias sospechosas». Sin embargo, se estima que su deceso se produjo 3 horas antes del incidente, registrado el viernes 21 de enero de 2022.
La Policía irlandesa explicó en un comunicado estar investigando los hechos ocurridos en el lugar, «relacionados con la reciente muerte del hombre».
Según el diario Irish Times, el fallecido vivía a unos 500 metros de la oficina de correos y la Policía está indagando «su estado» cuando fue sacado de casa.
Además, el sobrino de Peadar Doyle, quien habría sido atacado tras lo sucedido con su tío, cargó el ataúd en el entierro y, en diálogo con el Irish Mirror , dijo que ahora cree que su familiar sí habría muerto antes de llegar a la oficina de correos.
Igualmente, negó que tuviera la intención de robar a su tío, pues, además de que fue la persona que lo crio, vivían juntos y compartían gastos.