Una fiesta de boda debe ser uno de los eventos que más preparativos e ilusión despiertan. Son meses o años, idas y vueltas, contrataciones, invitaciones, vestido, trajes. Pero tanto esfuerzo se puede derrumbar en apenas un segundo.

Jade White, de 29 años, recibió la peor noticia, una que la dejó devastada. Y no fue cara a cara ni por teléfono sino a través de Facebook: su casamiento estaba cancelado.

La joven oriunda de Atherton, Greater Manchester (Reino Unido) había reservado el Park Hall Hotel en Charnock Richard hace cuatro años después de buscar la ubicación perfecta para su familia. Incluso recurrieron a un préstamo para cubrir los costos.

Adam Flitcroft y Jade White, con sus hijos, felices pese a todos los problemas..

Pero luego golpeó la pandemia de Covid, obligándola a reprogramar el evento en dos oportunidades, antes de que recibiera el golpe letal el mes pasado.

Boda cancelada

La madre de dos hijos miró la página de Facebook del lugar y vio una serie de publicaciones que anunciaban que el hotel había cerrado y que las bodas habían sido canceladas, informa Metro.

Jade y su prometido Adam Flitcroft, de 30 años, hicieron todo tipo de intentos de contactar y obtener alguna solución, pero no tuvieron éxito. No tienen idea si podrán recuperar sus 5.500 dólares o si hallarán otro sitio.

«Aparentemente cerró sus puertas, no escuché nada hasta que entré en la página de Facebook del hotel», dice todavía dolorida.

Como era de esperar, todo para la boda estaba listo: se compraron los trajes y los anillos, se ordenó el pastel. También la decoración e invitaciones.

Adam Flitcroft se prueba el traje, que jamás pudo usar.

‘Cuando me enteré, estaba absolutamente devastada. Quién sabe si alguna vez recuperaremos nuestro dinero, y no tengo ni idea de cómo decirles a los invitados que, después de todo, no hay boda», reflexiona.

Problemas desde el principio

Jade, vendedora de autos; y Adam, mecánico, son padres de dos niños Lola (4 años) Joel (9 meses). Pero desde que decidieron dar ese paso importante, el destino les jugó una mala pasada: reservaron su boda por primera vez en 2018 para una fecha en julio de 2020.

Jade dice: «Tan pronto como pusimos un pie en ese hotel hace cuatro años, supimos que era el indicado. Miré a mi madre y ambas lloramos porque se sentía muy especial, el lugar perfecto», resume.

La pareja vio que valía la pena tomar una deuda y planearon todo para adaptarse a la vibra del lugar rural de 1970, hasta el vestido de Jade, que pensó que se sentía «un poco medieval» y hacía juego con los pisos de madera oscura del hotel.

Jade White ya tenía todo listo, incluso los anillos de boda.

Sin embargo, la maldita pandemia metió la cola y la boda se reprogramó inicialmente para el 23 de julio de 2021, fecha que también se canceló.

La pareja, que tuvo su segundo hijo el año pasado, decidió reservar con anticipación para evitar otra cancelación y fijó la fecha para el 29 de abril de 2023.

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Chau boda, noticia devastadora​

Pero el 13 de febrero, una llamada telefónica de su maquillador confirmó la dirección del lugar y llevó a Jade a revisar la página de Facebook del Park Hall Hotel.

Fue entonces cuando se dio cuenta de que su sueño estaba arruinado, dejándola sin dinero y sin un lugar. «Mi primera reacción fue romper en llanto. Es una pesadilla», afirma, y cuenta que pos su estado su papá tuvo que avisarle a Adam.

Se cree que las puertas del hotel habían cerrado una semana antes, el 7 de febrero, luego de que se vendiera la propiedad.

Tras su ráfaga de correos electrónicos, obtuvo una respuesta aparentemente de un miembro del equipo de administración, quien dijo que, como resultado, había perdido su trabajo.