El meteoro, de categoría 3 de 5 en la escala de Saffir-Simpson, se localizaba 400 km al sur-suroeste de Zihuatanejo (estado de Guerrero) y se desplazaba hacia el oeste a 22 km/h, con vientos máximos sostenidos de 185 km/h, indicó el NHC en su reporte de las 15H00 GMT.
«Bonnie se convierte en un gran huracán, el primero de la temporada del Pacífico oriental», apuntó el NHC.
«Las extensas bandas nubosas mantendrán lluvias puntuales intensas (de 75 a 150 milímetros) en regiones de Colima, Guerrero, Jalisco, Michoacán y Oaxaca», del oeste y sur del país latinoamericano, dijo a su vez el Servicio Meteorológico Nacional de México.
El NHC estima que este martes y miércoles Bonnie registre «fluctuaciones en su fuerza», y que a partir del próximo jueves comience «una tendencia de debilitamiento gradual».
La proximidad de Bonnie provocó que el gobierno de Guerrero suspendiera el lunes las clases de todos los niveles en varios de sus municipios.
Este martes esas aulas fueron reabiertas, informaron autoridades locales, tras reportar que «de manera preliminar se reportó saldo blanco» en la entidad.
Bonnie salió el sábado al Pacífico como tormenta tropical tras tocar tierra la noche del viernes, en la misma categoría, cerca de la frontera entre Nicaragua y Costa Rica.
La noche del domingo alcanzó la categoría 1 cuando se hallaba a 285 km de Bahías de Huatulco, Oaxaca.
De acuerdo con un saldo preliminar de autoridades de Centroamérica, el fenómeno dejó hasta el domingo al menos tres muertos en Nicaragua y El Salvador, cientos de desplazados por el desbordamiento de ríos, viviendas inundadas y caída de árboles.
Bonnie es el tercer huracán de la temporada 2022 en el Pacífico mexicano.
México sufre cada año el embate de ciclones tropicales tanto en su costa pacífica como atlántica, habitualmente entre mayo y noviembre.
En octubre de 1997, el huracán Paulina impactó la costa del Pacífico mexicano como huracán 4 dejando más de 200 muertos, siendo los estados de Oaxaca y Guerrero los más afectados.