Un hombre tuvo un gran golpe de suerte mientras disfrutaba de su comida en un restaurante de Delaware cuando encontró una valiosa sorpresa en su plato cuando se encontraba con su esposa y sus dos hijos comiendo en Salt Air en Wilmington Avenue el 9 de agosto pasado.
Scott Overland disfrutaba de su aperitivo de almejas cuando mordió algo duro y pensó que había mordido un trozo de caparazón. Al ver la pieza, la esposa de Overland creyó que se trataba de un caramelo.
El afortunado sujeto de 37 años había mordido una perla púrpura. En la concha podía observarse la hendidura donde había crecido la dura pieza.
Al principio, Overland pensó que era algo que un chef había dejado caer accidentalmente en su plato porque tenía un color tan único que ni él ni su esposa sabían que podía existir en el mundo de las perlas”, informa Today.
El plato de almejas no costó a Overland más de $14 dólares, mientras que el precio de la joya escondida con la que se encontró promedia entre los $600 y $16,000 dólares.
Overland estuvo a punto de rechazar la perla ya que casi devolvió las almejas porque venían con una guarnición de pimientos y a su esposa no suelen gustarle demasiado.
“¡Supongo que a veces te recompensan por no ser un fastidio en los restaurantes!” dijo Overland a través de Delaware online. “Es una historia y un recuerdo divertidos”, añadió.
Las almejas, al igual que las ostras también pueden hacer perlas. Las perlas crecen en las almejas y en varios otros moluscos.
La almeja del afortunado Overland y su esposa era una quahog del norte con el nombre científico Mercenaria mercenaria cultivada por Cherrystone Aqua Farms en la bahía de Chesapeake. Este tipo de almeja produce perlas no nacaradas, parecidas a la porcelana, según el Instituto Gemológico de América.
Las perlas naturales son hallazgos excepcionalmente raros, especialmente los que se encuentran en quahogs. También son raras las perlas que vienen en un color que no sea blanco o crema.
“Algunas perlas escapan del pelado mecanizado solo para ser cocidas al vapor. Cocinar la perla puede dañarla, pero algunas sobreviven ilesas. Como resultado, la mayoría de las perlas de quahog hoy en día son encontradas por clientes de restaurantes desprevenidos”, señala la International Gem