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Amanda Gommo pasó tres días en el hospital después de que el perro de su hija le defecara en la boca mientras dormía. El suceso ocurrió en Gran Bretaña. La mujer, de 51 años, estaba descansando por la tarde cuando el chihuahua enfermó y sufrió una diarrea repentina, según New York Post.
«Estaba durmiendo la siesta a la tarde con Belle, como siempre lo hago, cuando de repente sentí que algo salía a chorros en mi boca«, dijo Gommo a South West News Service. La británica estuvo vomitando durante horas. «No podía quitarme el sabor de la boca», explicó.
La hija de Gommo llevó a Belle al veterinario, donde le diagnosticaron un virus estomacal. Más tarde,
la madre comenzó a mostrar los mismos síntomas que el perro y acudió al médico, donde le recetaron tres
analgésicos para los calambres estomacales y le recomendaron beber mucha agua para eliminar cualquier posible infección.