Una sexóloga australiana habló sobre la experiencia «no convencional» de vivir bajo el mismo techo con su esposo y padre de sus dos hijos, su novio y los niños en el podcast «Parentkind». 

Tamica Wilder, una entrenadora sexual que ayuda a las mujeres a reconectar con su sensualidad, alegría y placer luego de haber dado a luz, contó que al conocer a su esposo la primera frase que salió de su boca fue: «Sí, quiero estar contigo, y no serás solo tú».

De esta manera la mujer de 37 años dejó claro desde el primer momento de la relación sus «valores poliamorosos o de relacionamiento abierto», lo que indicó era «algo innegociable» en cuanto a cómo a su estilo de relacionamiento. 

«Y eso nos arrojó a un mundo entero de no entender completamente lo que eso significaba en ese momento, y realmente parecía que cuanta más libertad y agilidad nos dábamos, más y más nos acercabámos», rescata The Post de la entrevista de la sexóloga. 

Tras el nacimiento de sus dos hijos y 11 años conviviendo con su pareja bajo esta «modalidad», Tamica conoció a Rob en 2018 durante un festival al norte de Australia. 

«No estoy dispuesta a no volver a ver a esta persona, hay algo allí con nosotros y es un hilo que quiero seguir», dijo a su esposo al llegar a casa y contarle todo sobre la persona que había conocido.

Desde ese momento Harry aceptó que Tamica y Rob mantuvieran una relación, que al principio fue a distancia para luego continuar con la mudanza de su novio a la casa familiar. 

La mujer explica que la situación no se dio de la noche a la mañana, sino que fue gradual: «Creo que en realidad pasamos el rato con los niños una o dos veces, y luego éramos los cinco y avanzamos gradualmente», lo que se sumó a las «muchas conversaciones» que sostuvieron los adultos durante la integración. 

Considera que la comunicación en una relación abierta debe ser «enorme», ya que hay «mucha gente que lo encuentra bastante agotador, y tienes que estar realmente al tanto, asegurándote de que estás investigando lo que no se ha dicho, y hablando realmente de cuáles son tus necesidades o de que no estás sobrepasando tus límites, y realmente cuidarse a uno mismo y a los demás. Es mucho», manifestó la sexóloga. 

La mujer dijo que «la casa cobró vida propia» durante el tiempo que los cinco estuvieron compartiendo su techo. “Es lo mismo que una relación regular, pero con más personas», habría dicho en el podcast.

Explicó que era ella la que tenía dos relaciones simultáneas con dos hombres, es decir, Rob y Harry no eran pareja. 

Pese a que tanto los niños como los adultos se sentían cómodos después de vivir los casi dos años de confinamiento de Melbourne, Tamica comenzó a pensar que algo tenía que cambiar.

“Simplemente sabía que quería seguir viviendo en mis valores relacionales, así que cuando surge algo difícil, lo navego o dejo de estar en este tipo de relación”, dijo Tamica.

“Y mi elección siempre fue navegar, siempre capear la tormenta, siempre volver a subir de nivel y mejorar en cómo lo estábamos haciendo. Hubo momentos en que la familia y la relación y la intimidad y la amistad y el flujo y la conexión y la conversación dentro de la unidad familiar eran mucho más importantes y priorizados sobre otros momentos u otras personas u otras cosas», explicaba la mujer de 37 años. 

“Y luego hubo otros momentos en los que tenía una relación con mi novio, pero también quería una conexión erótica o una conexión sexual con otras personas, y eso era para mí.

Tal vez quería tener cierto tipo de juego pervertido con cierto tipo de persona que sé que podría darme algo. Y luego saldría con una mujer, si quisiera algo. Así que hay diferentes tipos de conexión para navegar, y sí, puede ser difícil de hacer malabares», reflexionó la mujer que se separó de su esposo y se fue a vivir con su novio y sus dos hijos a Byron Shire. 

“Hemos cambiado la configuración de vida”, concluyó.

Fuente: DL