Cuando tenía 15 años, Heavenly Arroyo tomó unas tijeras de la cocina, subió al dormitorio de una señora de 68 años de edad que se encontraba postrada en cama después de sufrir un derrame cerebral, y le propinó 70 puñaladas.

Por el hecho, que tuvo lugar en Massachusetts en 2019, Arroyo fue condenada a cadena perpetua con posibilidad de libertad condicional después de 19 años, tras haberse declarado culpable.

La joven, de origen latino, que hoy tiene 18 años de edad, tenía problemas de salud mental en el momento de quitarle la vida a Ana Vásquez-Rodríguez. Sin embargo, el juez decidió la condena debido a que esta representa un peligro para la sociedad.

“Este caso fue una tragedia para todos los involucrados. El acusado asesinó brutalmente a la víctima, quien solo intentaba ayudarla a seguir adelante con su vida. El acusado tenía 15 años en ese momento y sufría problemas de salud mental. Sin embargo, los hechos del caso muestran claramente que ella es un peligro para la comunidad y que la sentencia de prisión estatal es apropiada”, dijo el fiscal de distrito Quinn. “Mi corazón está con la familia de la víctima, que estuvo presente en el tribunal ayer. Ninguno de ellos podría haber hecho nada para evitar que ocurriera este terrible incidente. Espero que la resolución de este caso les traiga un cierre y puedan intentar seguir adelante con sus vidas”.

Según relatan medios internacionales, el hecho ocurrió el 6 de octubre de 2019, cuando Arroyo ingresó a la habitación de Ana Vásquez-Rodríguez y la apuñaló 70 veces. El homicidio tuvo lugar en la casa de Johnson Street, el tío abuelo de la acusada, quien había tomado la custodia a pedido de la madre, una semana antes del asesinato.

“El 6 de octubre, el tío abuelo y su novia planeaban llevar a la acusada a Nueva York para visitar a otro pariente y obtener algunos documentos legales para ayudar a la pareja a obtener formalmente la custodia de la misma. Sin embargo, el viaje se retrasó debido a problemas con el automóvil. A medida que avanzaba el día, la acusada se volvió cada vez más agitada e impaciente. Luego, a última hora de la tarde, sacó unas tijeras de la cocina, subió al dormitorio de la víctima y la asesinó”, relata el periódico El Nuevo Herald.

En el momento del asesinato, la única otra persona dentro de la casa era el nieto de la víctima, que estaba jugando un videojuego con un auricular puesto. Después de matar a la víctima, la acusada se duchó, tiró su ropa en un contenedor de basura cercano y le dijo al nieto de la víctima que su abuela no estaba bien. Cuando el nieto vio a su abuela, inmediatamente llamó al 911 y la policía llegó poco después. Al principio, la acusada afirmó que estaba afuera con el perro y vio a un hombre enmascarado que huía de la casa, pero mientras estaba bajo custodia hizo una serie de confesiones espontáneas e inculpatorias.

Algunos medios aseguran que la joven es de origen dominicano, sin embargo, esta informaciòn no ha podido ser confirmada.