Lionel Messi marcó en los albores del tiempo regular y en el inicio de la tanda de penales, para que el Inter Miami se impusiera el sábado a Nashville y conquistara el título de la Leagues Cup.

Messi logró su décimo gol en siete partidos desde que se incorporó al conjunto estadounidense. Todos sus tantos han llegado en partidos de la Leagues Cup, donde por primera vez se enfrentaron todos los clubes de la MLS y todos los de la Liga MX.

El balón cayó en los pies del astro argentino a los 24 minutos, luego que un pase de Robert Taylor fue tapado. Messi gambeteó ante el defensa Walker Zimmerman y descargó un tiro combado apenas fuera del área, para enviar el balón al ángulo superior izquierdo.

Pese a su lance, el arquero Elliott Panicco no tuvo oportunidad de atajar.

Los jugadores de Miami cargaron en hombros a Messi y realizaron un festejo en la cancha, el cual se extendió hasta mucho después que se habían entregado los trofeos.

El también argentino Gerardo Martino, técnico de Miami, dio el mérito al nuevo grupo de jugadores, como Messi, Sergio Busquets y Jordi Alba, por cambiar la situación de un club que es último de la MLS pero que revivió con sus adquisiciones en la Leagues Cup.

«Imagino que un poco me guío por las palabras de él», dijo el «Tata» Martino en referencia a Messi. «Estos logros individuales, él los pone un poco al costado para valorar mucho más los colectivos».

En cuanto el estratega terminó de hacer esa declaración en la conferencia de prensa, los jugadores del Inter irrumpieron en la sala, donde comenzaron a lanzarle champaña y cerveza, para desatar un nuevo festejo.

Los seguidores de Nashville habían abucheado a Messi en los primeros compases del encuentro cuando tocaba la pelota. Pero cuando llegó el gol, el estadio se rindió a los pies del siete veces ganador del Balón de Oro, quien guio el año pasado a la selección de su país al título en el Mundial.

Nashville igualó el encuentro a los 56 minutos, cuando un cabezazo de Fafa Picault tras un saque de esquina rebotó en el zaguero argentino Benjamín Cremaschi y se fue al arco defendido por Drake Callender.

Messi efectuó un disparo desde una posición similar al de su primer tanto, a los 71 minutos, pero estrelló el esférico en un palo. El tiempo regular concluyó con el empate 1-1.

Con calma, Messi convirtió el primer penal de la serie. Fue Callender quien atinó el tiro de la ventaja en la tanda y quien logró la atajada decisiva.

«Es un gran honor desempeñar un papel importante en nuestra primera final ganada», dijo Callender. «Es como surrealista y muy emotivo. Este equipo trabaja muy duro todos los días para tener actuaciones como la de esta noche».

Miami se impuso por 10-9 desde los 11 pasos y conquistó el primer título en su historia.

Pero no tiene mucho tiempo para celebrar. El miércoles, Miami enfrenta a Cincinnati, en el duelo por la Open Cup, el torneo de copa de la MLS.

Gary Smith, técnico de Nashville, se deshizo en elogios para Messi.

«Uno mira el partido de hoy ante quien es posiblemente el mejor jugador del planeta y concluye que posiblemente él fue la diferencia en lo que pasó», indicó.

La «Messimanía» había invadido ya Nashville desde el martes, cuando el club local avanzó a la final, gracias a una victoria sobre el Monterrey de México. Los precios de las entradas se dispararon después de que salieron a la venta al día siguiente.

La entrada más económica costaba cientos de dólares. Aun así, 30.109 espectadores llenaron el Geodis Park.

Reese Witherspoon, actriz originaria de Nashville portó el balón con el que se disputó el encuentro. Giannis Antetokounmpo, el Jugador Más Valioso de la NBA en dos ocasiones, realizó un par de disparos a gol antes del partido.

Ambos son dueños minoritarios del Nashville.