Michael Arnold, un marino mercante retirado de 65 años, ha sido acusado como sospechoso de utilizar su avioneta para acosar a una mujer durante más de cuatro años en el norte del estado Nueva York, pero él negó conocer a la supuesta víctima cuando fue arrestado por tercera vez en una semana por supuestamente atormentarla.

El FBI se ha incorporado a la investigación en este bizarro caso. “No la conozco, está loca”, dijo Arnold sobre Cassie Wilusz, de 42 años, de camino al tribunal municipal del condado Saratoga. Dijo que sólo había comido una vez en el restaurante propiedad de la supuesta acosada y no regresó después de sufrir una intoxicación alimentaria.

Wilusz, propietaria de “Revolution Café” en el pequeño pueblo Schuylerville, compartió videos que supuestamente lo muestran dando vueltas alrededor de su casa en su avioneta y siguiéndola en su auto.

Arnold fue procesado el martes por nueve cargos de desacato criminal que se derivan de un arresto el viernes por usar una cuenta de Facebook con un nombre falso para supuestamente acosar y amenazar a la hija de Wilusz, violando una orden de protección. Cuando salió de la corte, los agentes lo esposaron nuevamente por un nuevo cargo de acoso, según la Oficina del Alguacil del condado.

“Me siento aliviada de que esté bajo custodia en este momento”, dijo Wilusz a Fox News en una entrevista en su café el martes. “Es de esperar que se dé cuenta de que ha llegado el momento y que tenga que responder a los cargos”.

Minutos después, Arnold quedó en libertad bajo fianza. Ya había sido arrestado el 3 de octubre en un aeropuerto de Vermont por dar vueltas repetidas veces alrededor de la casa de Wilusz en su Cessna monomotor, en violación de una orden de protección que le prohibía volar, según un comunicado del Departamento de Policía de Bennington.

El FBI, que ahora participa en la investigación, avisó a la policía local. Esa vez fue puesto en libertad bajo fianza de $5,000 dólares.

Según Wilusz, mientras su marido estaba muriendo de cáncer de colon a principios de este año, Arnold volaba tan bajo que el techo temblaba y las ventanas hacían ruido. Por ello presentó al menos 10 denuncias policiales y se puso en contacto con la fiscalía local, pero dijo que no tomaron en serio su denuncia.

El alcalde de Schuylerville, Dan Carpenter, comentó que parte del problema fue que las autoridades tenían dificultades para determinar si Arnold volaba lo suficientemente bajo como para que la conducta constituyera acoso. La orden de protección más reciente incluye la prohibición de volar, lo que ha hecho mucho más fácil arrestarlo y acusarlo, agregó.

El alcalde Carpenter comenzó a recibir numerosas llamadas de residentes preocupados después de que Arnold supuestamente arrojara tomates desde su avión en las propiedades de Wilusz y sus vecinos. “La comunidad está preocupada por su estabilidad mental”, afirmó. “¿Cuál es la próxima escalada? Si va demasiado lejos, ¿está dispuesto a estrellar un avión contra la casa de Cassie? Vivimos en una pequeña zona residencial. Eso no afectará sólo a Cassie”.

Todos los cargos son meras acusaciones y se presume que las personas procesadas son inocentes hasta que se pruebe su culpabilidad en un tribunal.