Redacción internacional.- La muerte de la cantante tailandesa Chayada Prao-hom, de 20 años, generó conmoción y puso en el centro del debate las técnicas de masaje empleadas en centros turísticos.

Especialistas alertaron sobre los riesgos de manipulaciones cervicales mal ejecutadas, conocidas como “torsiones de cuello”, que pueden provocar lesiones graves o incluso la muerte.

Los médicos confirmaron que la causa de su muerte fue una infección sanguínea y una inflamación cerebral, aunque aún no está claro si estas complicaciones están directamente relacionadas con los masajes. Las autoridades locales inspeccionaron el salón tras su muerte y descubrieron que sólo dos de las siete masajistas tenían licencias legales válidas, mientras que las demás están bajo investigación.

Los expertos en kinesiología y traumatología consultados por Infobae advirtieron sobre los riesgos del masaje tailandés mal realizado, especialmente en sitios turísticos. Subrayaron la importancia de que estas prácticas sean llevadas a cabo por personal capacitado y que se evalúen las condiciones de salud previas del paciente, ya que podrían provocar lesiones graves o incluso la muerte, particularmente en personas con problemas de coagulación o hipertensión.

El caso de Chayada Prao-hom: una tragedia en desarrollo

Chayada Prao-hom, cantante de música folk, buscó aliviar un dolor de hombro mediante masajes en un salón de la ciudad de Udon Thani. La joven, que tenía conocimientos básicos sobre masaje tailandés debido a que su madre era masajista, no sospechó que estas sesiones pudieran ser peligrosas.

El primero de los masajes incluyó técnicas de torsión de cuello, según publicó la cantante en redes sociales. “A los dos días comencé a sentir dolor en la nuca”, relató ella misma en su cuenta de Facebook.

Después de dos sesiones adicionales con diferentes masajistas, sus síntomas empeoraron: hinchazón severa, hematomas y un entumecimiento progresivo que la dejó paralizada en noviembre. Chayada falleció el 8 de diciembre en la Unidad de Cuidados Intensivos, antes de iniciar las acciones legales contra el salón que había considerado por sus problemas de salud.

Otro incidente en Phuket: la muerte de un turista

El caso de Lee Mun Tuk, un turista de 52 años de Singapur, también generó preocupación. Según informó la policía de Patong, el hombre falleció tras recibir un masaje con aceite en una playa turística. Su esposa, quien estaba presente, aseguró que el hombre había consumido alcohol antes de la sesión y no permitió una autopsia para determinar la causa exacta de su muerte.

Aunque la relación entre los masajes y estas muertes sigue siendo incierta, ambos casos encendieron alarmas sobre la seguridad de estas prácticas en Tailandia, un destino famoso por sus masajes tradicionales.

Los especialistas advierten sobre el riesgo de las torsiones cervicales

El profesor Thiravat Hemachudha, asesor de la Facultad de Medicina Oriental de la Universidad de Rangsit, Tailandia, enfatizó que las torsiones de cuello pueden causar parálisis. “Podrían aumentar el riesgo de dañar las paredes de los vasos sanguíneos que irrigan el cerebro”, explicó en un artículo publicado por el diario británico Independent. Este tipo de daño -dijo- puede derivar en hemorragias cerebrales, ictus o muerte.

Por su parte, consultado al respecto por Infobae, el médico especialista en traumatología y medicina deportiva Omar Lencina (MN 60159) subrayó los riesgos asociados al masaje tailandés en contextos turísticos, donde muchas veces se ejecutan de manera mecánica y sin conocimiento previo del historial médico del paciente. “Es fundamental que estas manipulaciones sean realizadas por personal capacitado y que se evalúen previamente posibles lesiones preexistentes”, afirmó.

En la misma línea, el licenciado en Kinesiología Martín León (MN 12556) destacó a este medio que cualquier masaje con manipulaciones fuertes está contraindicado para pacientes con problemas de coagulación o hipertensión. “Cuando se hacen así de golpe, pueden generar lesiones o, como en este caso, la muerte”, advirtió.

En tanto, el quiropráctico Marcelo Barroso (matrícula 9784) señaló a Infobae que “si el masaje es muy fuerte en la zona cervical es un factor a tener en cuenta porque la compresión excesiva de las caras laterales de la columna cervical y del cuello comprime las arterias que llevan y traen sangre del corazón.”

Por eso, Barroso advirtió sobre las precauciones en personas con trastornos circulatorios: “El masaje debe ser moderado en la intensidad, ya que puede alterarse el flujo circulatorio, y si tiene algún trombo y si el masaje tiene mucha intensidad, este trombo puede inclusive drenar y trasladarse hacia otros sectores con el consecuente taponamiento de la arteria o de la vena.”

Regulación insuficiente en Tailandia

Aunque el masaje tailandés es una práctica ancestral muy valorada, su popularización en entornos turísticos ha generado riesgos. Las inspecciones al salón donde Chayada recibió tratamiento revelaron fallas significativas: menos de un tercio de las masajistas contaban con licencias válidas.

Lencina comparó la situación con los estándares argentinos, donde las manipulaciones cervicales y lumbares solo deben ser realizadas por especialistas tras una evaluación médica.

“En el país hay una Asociación Argentina de Masajistas, que otorga títulos y enseña que el trabajo de la manipulación cervical y la manipulación lumbar tiene que estar hecha por especialistas y siempre con un registro previo de estudios por imágenes para evaluar si el paciente tiene, por ejemplo, algún problema arterial en el cuello o un canal cervical estrecho, que puede ser el motivo de producir una lesión grave como la que aparentemente sufrió la cantante tailandesa”, detalló el médico traumatólogo.

Recomendaciones para evitar riesgos

Los expertos coincidieron en que es crucial distinguir entre masajes terapéuticos y manipulaciones cervicales riesgosas.

El masaje relajante y el deportivo son seguros cuando son realizados por profesionales certificados”, señaló Lencina. Sin embargo, las manipulaciones cervicales intempestivas, especialmente en pacientes con osteoporosis o problemas vasculares, deben evitarse por completo.

Finalmente, Lencina destacó la importancia de solicitar masajes suaves y evitar técnicas invasivas en destinos turísticos: “El masaje tailandés puede tener riesgos, por eso siempre es recomendable pedir masajes relajantes sin manipulaciones articulares”.

Estos trágicos incidentes dejan una lección clara: la seguridad debe ser una prioridad, y cualquier técnica de masaje debe ser realizada por profesionales capacitados y en condiciones adecuadas.

Por su parte, Barroso agregó en cuanto a las consideraciones previas para tratamientos terapéuticos: «Se deben tener una serie de factores en cuenta, no solo el tipo de contextura, es decir, si la persona es muy grande o tiene obesidad, porque esto va a ir en detrimento, por ejemplo, en la colocación en la camilla… estas condiciones ya generan un estado de incomodidad y de insatisfacción por la opresión que el peso».