REDACCIÓN.- Un hombre de Indiana, Taylor Meyer, enfrenta cargos de asesinato tras matar a su esposa, Deborah Meyer, el 14 de febrero en un acto de violencia extrema.

Según documentos judiciales y reportes de medios como WAVE y Law & Crime, el incidente ocurrió luego de que Meyer se sintiera frustrado por la reacción de su esposa a la celebración de San Valentín que había planeado.

De acuerdo con una declaración jurada citada por Law & Crime, Meyer había preparado una velada temática inspirada en París, con un vestido, una cena especial y dibujos de la Torre Eiffel hechos por sus hijos

Meyer admitió haber golpeado a su esposa con una botella de vino antes de apuñalarla repetidamente con un cuchillo de cocina. La autopsia reveló que la víctima fue apuñalada aproximadamente 40 veces.

Un matrimonio marcado por tensiones y sospechas de infidelidad

El caso, que conmocionó a la comunidad de Jeffersonville, también sacó a la luz tensiones previas en el matrimonio de la pareja. Según la declaración jurada citada por WDRB, Meyer confesó a las autoridades que creía que su esposa estaba teniendo una relación extramarital con un compañero de trabajo.

Esta sospecha se habría intensificado después de que el sujeto viera una fotografía en enero donde Deborah aparecía tomada de la mano con otro hombre.

En su relato a la policía, Meyer afirmó que la noche de San Valentín se tornó violenta tras una discusión con su esposa. Según su versión, Deborah habría salido de la casa por un breve periodo y, al regresar, se produjo un enfrentamiento físico.

El acusado intentó acceder al teléfono de su esposa para revisar sus mensajes, lo que ella rechazó. Durante el altercado, el sospechoso aseguró que la mujer lo golpeó en el rostro, lo que lo llevó a tomar represalias. “Le dije: ‘Soy más fuerte que tú’”, expresó el sujeto, según los documentos judiciales.

Un desenlace brutal y mensajes perturbadores

La situación escaló rápidamente. Según los informes de Law & Crime, Meyer admitió haber golpeado a su esposa con una botella de vino antes de apuñalarla repetidamente con un cuchillo de cocina. La autopsia reveló que la víctima fue apuñalada aproximadamente 40 veces.

Durante el ataque, el hombre también habría enviado un mensaje de texto a un grupo familiar informando que Deborah estaba muerta. Además, según los reportes, envió una fotografía del cuerpo de su esposa al hombre con quien creía que ella tenía una relación, acompañada del mensaje: “Es tu culpa. Quieres arruinar mi matrimonio y destrozar a mi familia”.

El incidente fue reportado a las autoridades por un conocido de la familia, quien recibió una llamada desde el teléfono de Deborah en la que se escuchaban gritos pidiendo ayuda. Este testigo también fue quien alertó a la policía y posteriormente mostró a los agentes la fotografía que Meyer había enviado.

Cuando los oficiales llegaron al domicilio de la pareja, ubicado en la cuadra 6600 de Westwood Drive, tuvieron que forzar la entrada tras no recibir respuesta. Dentro de la vivienda encontraron el cuerpo de Deborah y a los tres hijos pequeños de la pareja, todos menores de cinco años, quienes estaban presentes durante el ataque.

La detención y los próximos pasos legales

Meyer fue arrestado en el lugar tras un enfrentamiento inicial con los agentes, quienes tuvieron que emplear técnicas de control para someterlo. Actualmente, se encuentra detenido en el Centro de Detención del Condado de Clark sin derecho a fianza. Según WAVE, Meyer se declaró no culpable del cargo de asesinato y tiene programada su próxima comparecencia ante el tribunal el 18 de marzo.

El caso generó un intenso debate sobre la violencia doméstica y el impacto en los niños que presencian este tipo de actos. Los tres hijos de la pareja quedaron bajo custodia de las autoridades locales mientras se determina su futuro. Por su parte, la comunidad de Jeffersonville sigue conmocionada por la brutalidad del crimen y las circunstancias que lo rodearon.

Un patrón de control y celos

Los documentos judiciales también revelaron detalles adicionales sobre el comportamiento de Meyer en los meses previos al asesinato. Según su testimonio, él había estado cuidando a los niños los fines de semana mientras, según él, Deborah salía con otras personas.

“Durante los últimos dos meses, he estado quedándome en casa con los niños cada sábado por la noche mientras ella sale y me miente en la cara”, habría dicho Meyer a los investigadores, según los documentos.