Miguel A. Rivera Díaz (Bolo)

Las autoridades federales diligenciaron oficialmente ayer ante la magistrado Camile Vélez Rivé la orden de arresto contra el temido y sanguinario narcohampón Miguel A. (Bolo) Rivera Díaz , quien permaneció fugitivo por casi una década.

El 20 de diciembre Bolo será llevado nuevamente bajo fuertes medidas de seguridad al Tribunal Federal para la lectura inicial de cargos, fecha en la que se le habrá designado a un abogado de oficio.
Llueve y no escampa para “Bolo”
En algún momento esta semana las autoridades lo llevaran a Ponce para diligenciar las órdenes de arresto por cinco asesinatos ante un juez en el Centro Judicial de esa región. Se le imputa que en marzo de 1998 en el Residencial Rosaly en Ponce, caso por el que un juez le señaló una fianza en ausencia de $1 millón, mató a balazos a Alexander Steven Soler. En agosto de 1998, se alega mató a Luis Ulises Martínez, frente a un negocio de tatuajes en la urbanización Jardines del Caribe en Ponce, hecho por el cual un juez le señaló una fianza de $800 mil.

Fue acusado de un doble asesinato que ocurrió en febrero de 1999 en Yauco, hecho en el que fueron ultimados Ignacio Mendoza Díaz y Rafael Pérez Negrón y por el cual le fue señalada una fianza de $800 mil. En enero del 2000 se alega, mató a balazos a Héctor Pacheco Arroyo en la barriada Clausel, en Ponce y fue acusado señalándosele una fianza de $100 mil.

El 4 de agosto del 2002, dos meses antes de que un Gran Jurado federal lo acusara por operar y controlar gran parte del trasiego de drogas en Ponce, en una organización que dirigía Juan Quirindongo y de la cual se desempeñaba como gatillero, se le señaló como el autor del vil asesinatos de dos primas frente al Teatro La Perla. Esa madrugada Bolo interesaba matar a Christopher, uno de sus rivales, pero las balas acabaron con la vida de las jovencitas Simarie Vargas Rentas y Omayra Rodríguez Rentas, víctimas inocentes de la narcoviolencia.

Bolo fue apresado el sábado en la República Dominicana donde estaba afincado haciéndose pasar como ciudadano de ese país, pero viajaba con frecuencia de forma clandestina en un yate de lujo a Puerto Rico para dar cara en sus narconegocios y para asistir al sepelio de su hermano Angelito en julio pasado, y en septiembre al de su amigo y fiel colaborador, el santero Julio (Nuni) Quiñones Prieto, que fue asesinado en Peñuelas.
Agentes de la agencia federal de Aduanas e Emigración (US Immigration and Customs Enforcement) conocida como ICE por sus siglas en ingles, estuvieron a punto de capturarlo en Peñuelas cuando salió en su motocicleta de la funeraria en la que Nuni fue velado.

La captura de Bolo mantiene inquietos a elementos con los que tiene negocios en Puerto Rico. Hay una cacería para tratar de averiguar quién de las pocas personas que sabían sobre el paradero de Bolo lo delató. Los federales habian estado procurando que las autoridades dominicanas lo apresaran y le pagaron una recompensa de $25 mil a un oficial de la Policía Nacional que procuró la aprehensión.

Por Miguel Rivera Puig/El vocero.com